La rabia de Salto al vacío , película con la que Daniel Calparsoro (Barcelona, 1968) entró como un huracán en el cine español en el 2009, se ha transformado ahora en fuerza. El director ya no saca sus vísceras en la gran pantalla, sino que se las saca a otros. En este caso, Alex González, Adriana Ugarte y Alberto Ammann, los tres protagonistas de su última película: Combustión , gozosa macarrada sobre coches, carreras ilegales, amor y vidas al límite que ayer se presentó en el Festival de Málaga.

Combustión se estrena en las salas comerciales este viernes. Y tiene el claro objetivo de comerse la taquilla y devolver la confianza de los espectadores (especialmente, los más jóvenes) en la industria cinematográfica española. "Como actor me siento responsable de la recaudación que hagan mis películas. Y creo que Combustión está pensada para que el público joven se reconcilie con el cine español", aseguró Alex González, que acaba de ver cómo uno de sus últimos proyectos y en el que se dejó la piel boxeando, Alacrán enamorado , no ha tenido ni mucho menos toda la suerte que se merecía en taquilla. "Tenemos que empezar a dejar de oír eso de que todo el cine español es malo. Es injusto. Es más, hay veces que te dicen que una película es tan buena que no parece española. La gente lo dice como si fuera un piropo, pero es terrible", apostilló el actor, que en el 2011 hizo sus pinitos en Hollywood con X-Men. Primera generación .

Al igual que su compañero de reparto, Adriana Ugarte también lanzó un brindis a favor de las películas comerciales, adjetivo que pidió dejar de usar en tono peyorativo. "Si una película es comercial no significa que sea una vacía. Todos los filmes, también los del cine de autor, se hacen para que el público los vea. Como industria, eso es algo que nos viene muy bien", destacó. "Mi ambición es conectar con el público", añadió Calparsoro, que, entre risas, pidió huir de la responsabilidad de que Combustión haga la taquilla que no han hecho últimamente muchas películas españolas a excepción de Los amantes pasajeros , de Pedro Almodóvar. "Yo soy solo director", recordó el cineasta, que sabe moverse tanto en la gran pantalla como en la pequeña.

Producida por Zeta Cinema y Antena 3 Films, Combustión no es la versión hispana de Fast & Furious . Tampoco es la segunda parte de Asfalto , que Calparsoro estrenó en el 2000 y que le confirmó como un realizador con nervio. Es una historia que tiene grandes dosis de testosterona (al igual que Alacrán enamorado e Invasor , su anterior cinta) y que está fabricada para hacer que el espectador pase un buen rato y se olvide de los claustrofóbicos tiempos que corren en los que parece que, según el director, "nos han robado el futuro".

Por otra parte, también ayer José Coronado recibió el Premio Málaga por toda su carrera, y aseguró que nunca le ha importado que le colocaran "la etiqueta de galán, porque en esos principios no tenía otra cosa que ofrecer", pero en sus últimas películas ya es "un tipo duro"