Para una región tan arraigadamente agrícola como la extremeña, una exposición como Dioses, mitos y demonios , dedicada a la agricultura de la región en el siglo XIX enseña algunas de las cuestiones más destacadas de los cambios que se produjeron en el campo, cómo en aquellos años.

Esta pequeña y significativa muestra expuesta en Archivo Histórico Provincial de Cáceres ha seleccionado documentos, libros, fotografías, mapas y dibujos para mostrar algunas de las transformaciones agrícolas de la época.

Fueron momentos de toma de conciencia sobre la necesidad de enseñar agricultura, de aplicar técnicas científicas al campo, de mejorar los cultivos.

En ello tuvieron una responsabilidad destacada las Sociedades Económicas de Amigos del País, especialmente la de Badajoz. Fueron en parte las encargadas de aplicar la reforma agraria liberal que acabó con los señoríos y desamortizó grandes extensiones de tierra.

El visitante conocerá como Torrejoncillo encabezó una industria textil, cómo los cerdos se convirtieron en alimento de subsistencia, aunque su número decreció por la falta de mataderos, de industrias transformadoras y de dehesas en condiciones.

La exposición intenta acabar con uno de los mitos agrícolas de la comunidad: que la dehesa fue fruto de la Reconquista. Esta conclusión fue una crítica de la burguesía liberal hacia la nobleza tradicional propietaria.

De hecho fue esta burguesía la que tras la desamortización de tierras de 1855 las rentabilizó y las adehesó. Ello convirtió, por ejemplo, a Manuel Fernández Durán en el mayor terrateniente de la provincia de Badajoz. ¿Y cuáles eran los demonios de la agricultura? Un informe de la Junta de Agricultura de 1849 enumera, entre otros: una población escasa y concentrada, impuestos elevados, falta de instrucción agraria, malas comunicaciones, emigración y desidia administrativa. La tensión entre la vieja y nueva agricultura subyace en esta exposición, que aporta manuales agrícolas, tratados sobre cultivos y ganadería o las plagas más comunes en el campo, un reflejo de la voluntad reformadora del momento.