Las críticas a los recortes marcaron la ceremonia de los Premios Goya celebrada ayer en Madrid. La presentadora de los galardones, Eva Hache, ya adelantó a su entrada al Hotel Auditorium que el guión con el que conduciría la gala no estaría "de espaldas a España". De esta manera salía al paso de la polémica de los últimos días sobre la pertinencia de aprovechar esta gala para denunciar la situación del sector y reivindicar un mejor trato por parte de las administraciones.

Ejemplo de este discurso crítico lo dio también Candela Peña, mejor interpretación femenina de reparto por Una pistola en cada mano . Finiquitó su intervención pidiendo trabajo: "tengo un niño que alimentar", aseguró. Peña admitió que no se esperaba este premio y recordó que llevaba tres años sin trabajar. "En este tiempo he visto morir a mi padre en un hospital público donde no había mantas para taparle ni agua para beber y se la teníamos que llevar nosotros", subrayó. En esta línea, apuntó que en estos tres años también ha salido de sus "entrañas" un niño que no se sabe qué educación pública tendrá, y ha visto a "gente que se mata por no tener casas". "Pero esta alegría de esta noche no me la quita nadie", remarcó.

La actriz comenzó su discurso en catalán, en referencia a las críticas recibidas recientemente por ser catalana y no hablar en este idioma al recoger un galardón de los premios Gaudí al cine catalán, y posteriormente repitió la misma frase en inglés y continuó en castellano.

Previamente, Enrique González Macho, presidente de la Academia del Cine, recordó en su discurso las consecuencias que ha tenido el alza del IVA para el sector. Una esperada intervención que fue aclamada por los presentes. González Macho indicó que la piratería ha supuesto unos 3.000 millones de euros en pérdidas para el sector del cine. "O terminamos con el expolio o éste terminará con el cine", dijo.

A excepción del de actriz de reparto, al cierre de esta edición no se había entregado aún ninguno de los principales premios de la noche. Tampoco el correspondiente a los efectos especiales, al que optaba el extremeño Reyes Abades --que ya tiene nueve goyas en su haber-- con dos nominaciones.