Todo listo para ver en escena el tercer montaje del 64 Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. El teatro romano de la capital extremeña acogerá desde mañana, y hasta el próximo domingo, la representación de Nerón, una obra que promete grandes dosis de tragedia, locura, sexo y diversión. Eduardo Galán firma este texto inspirado en la novela Quo vadis?, de Henryk Sienkiewicz, en textos del novelista Petronio y del historiador Suetonio. Dirigida por Alberto Castrillo-Ferrer, la obra cuenta con una trama que atrapará y conmoverá al público, donde ambición, locura y poder se fundirán sobre el escenario.

«Estamos emocionados e ilusionados porque es una obra apasionante y apasionada», afirmó ayer en rueda de prensa el director del montaje, que se estrena en el festival de teatro. «Nuestro Nerón es un drama histórico, lleno de fuerza y pasión, desarrollado mediante una estructura moderna», destacó Galán. En este sentido, el autor añade que se hará uso de varios flash-back y escenas simultáneas con espacios variados: desde el palacio o el teatro romano de Nápoles a las catacumbas. El autor de la obra se mostró satisfecho con el trabajo realizado hasta ahora, al tiempo que destacó la importancia de la complicidad de los actores: «El teatro es un trabajo de equipo».

Esta representación cuenta además con el estreno de varios actores sobre la arena del teatro emeritense, como Raúl Arévalo, que encarnará al emperador Nerón, protagonista de la obra; o Itziar Miranda que representará la figura de Agripina, madre del emperador. Dentro del reparto de actores cabe destacar la presencia de José Manuel Seda encarnando a Marco Vinicio; Diana Palazón como Popea; Francisco Vidal como Petronio; Javier Lago en el papel de Tigelino; a Daniel Migueláñez representando a San Pablo y Esporo; y a la jovencísima Carlota García en el papel de Ligia. «La primera impresión que tuve al entrar en el teatro romano fue de que casi me echo a llorar de la belleza», reconció el actor Francisco Vidal, que se mostró muy orgulloso de poder encarnar a Petronio.

El emperador Nerón pasó a la historia con una imagen cruel, al ser acusado de mandar a quemar la ciudad de Roma para su reconstrucción como parte de un proyecto innovador, urbanístico y artístico. Sin embargo, los estudios más recientes insisten en la posibilidad de que el emperador no fuera el responsable de tal incendio y que solo se aprovechara de los restos de la ciudad para reconstruirla de nuevo. «Podemos considerar a Nerón como el emperador artista, amante de la cultura y de todas las artes. Esto no significa que no fuera a la vez un tirano cruel y déspota», manifestó el autor.

El director del festival, Jesús Cimarro, aseguró que a pesar de las «claras diferencias» con Ben-Hur, el segundo montaje de esta edición, ambas obras tienen algo en común, ya que «parten de textos originales que nunca se han representado en el teatro romano».