Penúltimo estreno del festival de teatro de Mérida, esta vez un drama inédito. Se deja atrás la comedia de las últimas semanas y da paso al drama con la adaptación de ‘Cayo César’ que conjuga el teatro, la música y la danza en una obra que bien podría ser un reflejo de la actualidad. La cita estará en cartel hasta el domingo 16 de agosto y es una coproducción del Festival de Mérida y la productora cacereña Atakama Creatividad Cultural.

Agustín Muñoz Sanz, quien ya encaró un texto teatral para el escenario de Mérida sobre Marco Aurelio, se adentra ahora en el gobierno del tercer emperador de Roma, más conocido como Calígula, para mostrar algunas de las vilezas, unas reales, otras ficticias, aunque verosímiles, que ejecutó durante sus cinco años de mandato y que son fácilmente extrapolables al ejercicio de poder de algunos mandatarios del siglo XXI. Pone el foco de atención en los efectos altamente nocivo del abuso de poder.

‘Cayo César’ es un drama de un solo acto que expone la lucha por el poder entre el heredero de Tiberio y el Senado de Roma. «El tercer emperador romano fue el protagonista de un cuatrienio que forma parte de la historia de la infamia», ha recordado Muñoz Sanz. En este sentido, el dramaturgo extremeño ha explicado que su pretensión es trasladar al espectador de Mérida «los efectos deletéreos del abuso de poder. En especial, el peligro que supone que tan alto privilegio sea ejercido por personas de conducta muy reprobable, repugnante, cuando no maligna y venenosa». Cayo César, es uno de los ejemplos más paradigmáticos de este tipo de gobernantes. Agustín Muñoz Sanz escenifica su tesis: «El hijo del gran Germánico no estaba loco, sino afecto de adicción enfermiza al poder». Para el autor, el más cuerdo de los locos fue un psicópata al que le tocó, bajo los efectos de la borrachera continua del poder, regir el destino del imperio más poderoso de su época, «de lo que en la actualidad y en el día a día tenemos claros ejemplos de personajes muy parecidos a lo que era Caligula».

En la dirección se encuentra el extremeño Jesús Manchón, que se estrena como director en el festival emeritense. Con un envoltorio sobrio y elegante, compuesto por un trono, módulos, escalones practicables, arbolitos y un piano, ideado por Miguel Ángel Castro Mikelo, iluminado por Francisco Cordero y con un vestuario de líneas clásicas diseñado por Eva León. Manchón ha destacado del montaje «la espectacularidad» de fundir distintas disciplinas escénicas en virtud del hilo narrativo: teatro, danza y música confluyen para narrar la historia de este personaje peculiar al que dará vida el actor Juan Carlos Tirado quien, a juicio del director, le ha dotado de «una originalidad solo al alcance de unos pocos privilegiados, defendiendo de manera brillante tanto su locura como su aspecto más humano y terrenal».

Acompañan a Juan Carlos Tirado un amplio elenco de actores: Rocío Montero como Drusila; Miguel Ángel Latorre como Macro; Gema Ortiz da vida a Incitato; Fernando Ramos en el papel de Casio; Manuel Menárguez como Ptolomeo; Javier Herrera como Filón; Juan Carlos Castillejo en la piel de Varo; Paca Velardiez como Milonia Cesonia; Sergio Barquilla dando vida a Fabio Nasón; Beatriz Solís como Calpurnia Piso y Abraham Samino en la piel de Pianista.

«Es un espectáculo muy especial y queremos que sea una celebración de la vida y un alegato en defensa de la cultura como necesidad primaria en cualquier contexto», ha afirmado el director, que agradeció «la generosidad, la fidelidad y la profesionalidad de un elenco brutal. Se han dejado la piel en unas condiciones de trabajo terribles para que el público pueda vibrar en sus asientos porque es la obra que siempre soñé hacer en Mérida», ha apostillado el director extremeño.

Ficha técnica

Escenografía: Miguel Ángel Castro "Mikelo"

Vestuario y atrezzo: SHS Creaciones Escénicas

Coreografías: Gema Ortíz Iglesias

Iluminación: Francisco Cordero

Ayudante de producción: Eva León

Producción ejecutiva: Francisco Palomino

Dirección: Jesús Manchón