Fue en 1965, el año de la convulsa electrificación de su música, cuando Bob Dylan acuñó su más preciado lema artístico: Don´t look back (No mires atrás ). En la gira española que hoy comienza en Zaragoza, en la ciudad que eligió como himno de la Expo una versión actualizada de su viejo y visionario A hard rain´s a-gonna fall , el de Minesota se muestra más apegado que nunca a esa declaración de principios.

De sus actuales repertorios, siempre mutantes, nunca iguales, hay una cosa común en todos: la escasez de piezas emblemáticas de los 60 y 70, mientras cobra especial protagonismo la cosecha creativa de última década. No soy quien fui, soy quien soy ahora, es el mensaje que parece querer enviar al público.