Ricard Chiang empezó a ganar premios por casualidad, por culpa de un vecino que se dedicó a presentar sus obras a todos los concursos y ahora se ha llevado el del Salón de Otoño.
--¿Cómo se siente?
Me siento muy bien. Había ganado otros premios antes pero ninguno de esta magnitud, es un galardón muy importante y sienta muy bien.
--¿Qué busca con su obra?
Intento meterme en una tendencia donde nadie se meta, inexplorada, investigar lo que está por descubrir. Además, suelo utilizar técnicas que me vengan a la cabeza, que no se suelan utilizar y hago estilo figurativo, abstracto, naif, hiperrealismo, intento ser un todo terreno.
--¿De quién se acuerda ahora?
De todos. De mi familia, la organización; estoy muy agradecido a todos y a los autores del certamen. Además, me gustaría dar las gracias a la gente que me trajo a Extremadura, sobre todo a las galerías de Cáceres y Badajoz y a mis amigos artistas como Andrés Talavero.