Descubrimos a Diego Doncel gracias a su libro 'El único umbral', que marcó el inicio de sus éxitos literarios con el premio Adonais de poesía en 1990. Tras esa obra poética vinieron 'Una sombra que pasa' (1996), 'En ningún paraíso' (2005, Premio Gil de Biedma), 'Porno ficción' (2010, Premio Ciudad de Burgos) y las novelas 'El ángulo de los secretos femeninos' y 'Mujeres que dicen adiós con la mano', además de la ya nombrada 'Amantes en el tiempo de la infamia', la última creación de un escritor que se ha convertido en referente para las letras extremeñas actuales.

--¿Escribir es el último umbral del hombre?

--En estos momentos, la escritura, como el arte en general, es una forma de decir dónde están las mentiras. Vivimos en medio de discursos televisivos, de discursos políticos, de formas interesadas de contar la historia, en este sentido la escritura de una novela o de un poema es una manera de abrir los ojos, de decir aquello que se nos oculta, de aquello que los poderosos no desean que sepamos. Por eso la literatura es un arma peligrosa.

--¿Cuándo sientes la necesidad de plasmar en papel tus sentimientos?

--Cuando un sentimiento, una idea o una historia es tan poderosa que produce en mí una especie de revolución interior, lo mismo que le ocurre a muchos hombres y mujeres. Por cierto, el mayor sentimiento que conozco es el del amor. Todo cambia con él, la vida cotidiana se hace distinta. Cerca de mi casa de Madrid hay una pintada que expresa esto, dice: "Te amo porque me haces ser el que a mí me gusta ser". Eso es la escritura.

--¿La vida es como una sombra que pasa?

--No. Es el movimiento de un astro en el cielo, tanto de día como de noche, proyecta luz, por él viven seres y todo es una maravilla, un continuo asombro. La vida es estar atento a ese asombro continuo.

--Un momento de tu vida que ha marcado tu obra.

--Tenía diez años, y era un niño de Montánchez. Jugaba al fútbol, recorría la sierra en busca de nidos, pero a la hora de la siesta, después de leer, escribía mis propias historias en un cuaderno muy pequeñito, siempre a lápiz. No decía nada a nadie, era mi secreto.

--¿Cómo se siente un amante en el tiempo de la infamia?

--Pues queriendo estar por encima de las circunstancias actuales. En esa novela intento hacer que dos seres se amen por encima de todas las mentiras de su tiempo, por encima de las traiciones incluso de la gente que los rodea. El ser humano debe ser más importante que el tiempo que le ha tocado vivir y debe saber que sólo a partir de ese momento todo empieza a tener sentido.

--Un autor que haya influido especialmente en tu obra.

--Debo ser justo. Tal vez el autor que más me ha acompañado siempre ha sido el autor anónimo de 'El lazarillo de Tormes'. Es una obra extraordinaria, con un sentido narrativo muy moderno, con un juego de identidades muy actual. Es una narración que más bien parece un terreno de arenas movedizas, nada es lo que parece ser, y si confías en esa confesión te puedes hundir en el abismo. No sé por qué la más actual narrativa española no reivindica el papel de este libro.

--¿Dónde está el ángulo de los secretos femeninos?

--En el misterio constante que las mujeres despiertan en los hombres. Las amamos, vivimos con ellas, pero no logramos comprenderlas, hay algo que siempre se nos escapa.

--Una afición.

--Desde hace muchos años, pasear. No puedo vivir sin pasear. Mis paseos por Cáceres eran muy conocidos por mis amigos. En Madrid, a determinadas horas estoy ilocalizable, es decir, estoy callejeando.

--¿Qué sientes cuando una mujer te dice adiós con la mano?

--Eso es lo peor, querido Salva. Uno tiene estrategias para esos días, pero en realidad tiene que echar mano de todos los recursos. ¿Adónde va a parar el amor cuando se termina?

--¿Cómo te gustaría que te recordaran?

--Como alguien que no aguantó muchos de los vicios de su tiempo, que intentó no dejarse seducir por ellos, sobre todo por aquellos que tenían que ver con subir pisando a los demás.

--Una reflexión ante la vida.

--Vívela, es tu única oportunidad.

--Una anécdota divertida.

--Hace poco en el desfile del orgullo gay vi a una chica de origen chino saltando en una carroza llena de chicos casi desnudos. Creo que no se había enterado muy bien de qué iba la cosa.

--¿El escritor debe estar al margen de la política o la escritura puede ser un arma de compromiso político?

--Debe ser un arma de conciencia. Un arma para la vida.

--Un recuerdo de la infancia.

--Uno muy simple: estamos mi padre, mi madre, mi hermana y yo en un coche camino de Malpartida. Es el 31 de diciembre, como todos los años, está lloviendo. Somos felices, estamos muy unidos.

--Un viaje inolvidable.

--Mi descubrimiento de Fornalutx, mi lugar de refugio en la isla de Mallorca.

--Un lugar donde reposar para siempre.

--En el corazón de los lectores.