El festival tuvo una despedida musical la noche del sábado, con la actuación de Manu Chao ante más de 3.000 personas. La sorpresa fue que el propio Javier Bardem actuó como percusionista, aporreando con notable calidad el tradicional darbuke y disfrutando como un niño. "Es la primera vez que estoy aquí y lo que me llevo es una semillita para cultivar en nuestro huerto. Trabajaré en casa sobre lo que he visto y volveré", anunció Manu Chao en rueda de prensa, tras recibir una distinción honorífica de las autoridades del Frente Polisario.