L a extremeña Teresa Guzmán Carmona ganó ayer el premio Gerardo Diego, en la modalidad de poesía, con la obra En el lugar del viento, mientras que el vallisoletano Juan Manuel Losada logró el José María Pereda de novela corta con Lluvia sobre el cajón, y la gaditana Nieves Vázquez se llevó el Manuel Llanos de cuento.

Estos galardones son convocados por el Gobierno de Cantabria, cuyo consejero de Cultura y vicepresidente, Pablo Zuloaga, felicitó a los premiados, que obtendrán 12.000 euros, en el caso del ganador de novela corta, y 5.000 las otras dos, informa Efe.

En un comunicado, Zuloaga resaltó la presencia de dos mujeres entre los galardonados, un hecho que, a su juicio, «hay que destacar pues es la primera vez que se produce en la historia de estos certámenes y que confirma el peso que va adquiriendo la presencia de escritoras en estas convocatorias literarias», aseguró.

También agradeció el trabajo de los jurados, «cuya generosidad y criterio ayudan a consolidar unos premios que son de los más veteranos de cuantos se convocan en nuestro país», afirmó.

Más de un centenar de originales se presentaron a la convocatoria de estos certámenes literarios, de los que 41 optaron al José María Pereda, 59 al Gerardo Diego, y 28 al Manuel Llano de cuento.

la extremeña / Teresa Guzmán (Don Benito, 1972), que en una entrevista con este periódico en 2014 aseguró que le gustaría definirse «como la persona serena que en realidad no soy», estudió Filología Inglesa y posteriormente Magisterio, profesión que ejerce. Se dedicó a la escritura desde una edad muy temprana y entre sus publicaciones, además de teatro, destacan Poemas (1993), Poemas para un collage (1995), Correspondencia (2000), En las márgenes del fuego (2002), Los visillos del viento (2004), o Todas las razones para la huida (2014). Ha merecido, entre otros, los premios Valbón, Certamen de poesía de Valverde de la Vera, Porticvs, Elvira Castañón o el García de la Huerta. Fundadora del colectivo poético Veritas, tiene entre sus aficiones la fotografía y la literatura.

En la citada entrevista, también afirmó que escribe porque «siempre he tenido el convencimiento de que lo hago para tratar de encontrar mis propias respuestas. Después, y con el paso del tiempo, te vas dando cuenta de las preguntas que nos hacemos todos son más o menos las mismas. Precisamente lo que nos diferencia son las respuestas. Por eso me gustar pensar que cuando escribo habrá alguien que sienta de algún modo que mis palabras le pertenecen y que las hace propias porque son también parte de sus respuestas.