Hal Willner era un productor musical fecundo e imaginativo que practicó por igual jazz, blues, rock, bandas sonoras y música de cartoon. La noche del lunes 6 de abril, día de su muerte a causa del coronavirus, a los 64 años, músicos con los que había trabajado, como Lee Ranaldo (Sonic Youth) y Sean Lennon (hijo de John Lennon y Yoko Ono), tuitearon la trágica noticia. Hasta hace poco seguía activo en el televisivo Saturday night live -en el que colaboraba desde 1981 como director musical-, encargándose de la música de los sketches.

La agenda de Willner daba envidia. Cuando iniciaba uno de sus proyectos, que podían ser discos de tributo o eventos en directo, cualquiera de los músicos que tenía en esa agenda de contactos respondía con un sí, quiero participar: Nick Cave, Lou Reed, Tom Waits, Bill Frisell, Chris Spedding, Carla Bley, Deborah Harry, John Zorn, Charlie Haden, Sting, Michael Stipe, Los Lobos, Iggy Pop, Elvis Costello, Jeff Buckley y Sun Ra son algunos de los que colaboraron al menos una vez en sus discos de tributo.

Estos trabajos conceptuales marcaron escuela. Willner escogía los temas y luego combinaba a todos estos músicos para grabar unas versiones libres de toda atadura. Hizo discos de tributo dedicados a Nino Rota, Thelonious Monk, Kurt Weill, las canciones de los filmes Disney y Charlie Mingus, y uno con recitados de poemas de Edgar Allan Poe. Concibió espectáculos musicales y conciertos de homenaje a Tim Buckley, Neil Young, Robert Quine, Randy Newman y Leonard Cohen, además de la revisión que Lou Reed hizo en el 2007 de su disco Berlin.

AMIGOS / También produjo varios álbumes de sus dos grandes amigos, Marianne Faithfull (entre ellos el magnífico Strange weather) y Reed (The raven, por ejemplo). Diseño discos conceptuales de los poetas beat Allen Ginsberg, William S. Burroughs y Gregory Corso, recopiló los monólogos de Lenny Bruce en una caja de seis compactos y se encargó también de la producción de discos de Neville Brothers, Lucinda Williams, David Sanborn, Lenny Pickett, Ute Lemper, Macy Gray, Laurie Anderson y Martha Wainwright. Las horas le cundían el doble que a cualquier mortal.

El cine fue una de sus facetas más creativas. Además de los discos de homenaje a Rota y Disney, produjo dos recopilaciones con las músicas de Carl Stalling, compositor de las frenéticas partituras de los cartoons de la Warner. Organizó, supervisó o produjo las bandas sonoras de Gangs of New York (Martin Scorsese), Vidas cruzadas y Kansas City (Robert Altman), El hotel del millón de dólares (Wim Wenders), Mala noche y Descubriendo a Forrester (Gus van Sant), Chelsea on the rocks (Abel Ferrara) y varias comedias de Will Ferrell.

Aprovechando el tirón de Piratas del Caribe, él y Johnny Depp produjeron Rogue’s gallery (2006) y Son of rogues gallery (2013), con versiones de baladas marinas.

Nada se le escapaba. Todo lo disfrutaba. Era un coloso.