We own the night , película realizada por James Gray e interpretada por Joaquin Phoenix, Mark Whalberg, Robert Duvall y Eva Mendes, cerró ayer la participación estadounidense a concurso en Cannes. Y lo hizo entre algún silbido de desaprobación. El cine de Gray se sitúa en un territorio difícil: "Lo que me interesa es una combinación entre realidad y espectáculo, y eso es algo complicado de combinar si no se cuenta con el presupuesto adecuado", dijo ayer el cineasta.

Esa dificultad se ha traducido en la realización de solamente tres películas en 13 años, Cuestión de sangre (1994), El otro lado del crimen (2000) y la presente.

We own the night repite temas y tonalidades de las anteriores. Se trata de un drama criminal ambientado en Nueva York en 1988, cuando las mafias rusas empezaron a establecerse en los locales nocturnos. Mark Whalberg y Joaquin Phoenix, también productores del filme y protagonistas de la anterior cinta de James Gray, encarnan a dos hermanos. El primero es policía, como su padre (Robert Duvall), mientras que el segundo dirige uno de los clubes de moda de la ciudad. De nuevo una historia trágica de enfrentamientos familiares, corrupción y desencanto. Para nada una apología de la policía ni de la venganza.

El equipo de actores --sólo faltó Mark Wahlberg a la cita de Cannes-- estaba encantado con el director. "James crea el ambiente idóneo para nosotros", aseguró Phoenix, aunque también apuntó, en tono de admiración hacia Duvall que "en algunas escenas, lo único que quería era mirarlo a él". Dijo del veterano actor que lo consideraba un maestro. Por su parte, Eva Mendes relató: "Ha sido mi primera película en la que cada día de rodaje era un desafío. James nos dijo que él no estaba casado con lo que había escrito y nos dio mucha libertad".

Gray, prototipo del cineasta culto que se mueve por los estudios de Hollywood --su director predilecto es Fellini y El otro lado del crimen era una suerte de remodelación de Rocco y sus hermanos , de Visconti--, también echó flores al equipo: "Cuando está frente a la cámara, Joaquin sabe representar como nadie varios conflictos interiores a la vez.

PREMIO DE LA CRITICA Por otra parte, Lucía Puenzo; (Buenos Aires, 1976), novelista e hija del director de La historia oficial , Luis Puenzo, sedujo al jurado de la Semana de la Crítica, que le dio su premio y la Cámara de Oro, con el relato de una adolescente, que se enfrenta al dilema de decidir un futuro marcado por la peculiaridad de haber nacido hermafrodita. XXY .