Si quieres irte de un sitio lo mejor es que salgas por la puerta, no que digas que te vas pero luego te quedes. Aunque puede parecer perogrullesca, la afirmación resulta apropia apropiada para hablar de I´m still here , documental --o no-- que acompaña a Joaquin Phoenix durante los últimos dos años de su vida, desde que se dejó crecer el pelo por toda la cara y anunció que, pese a haber sido nominado dos veces al Oscar y ser considerado el mejor de su generación, abandonaba su carrera como intérprete.

El actor Casey Affleck, director de la película y cuñado de Phoenix, la presentó ayer en la Mostra de Venecia fuera de competición. Se había anunciado que Phoenix también aparecería para comparecer ante la prensa. Finalmente no lo hizo. Luego se le vio bajar de un vaporetto.

"No sé cómo va a reaccionar Joaquin al verse en la pantalla. Le va a ser muy difícil verse tal y como sale en el filme", explicó Affleck ante la prensa con el gesto severo para dejar claro que, a pesar de lo que se ha especulado desde que la noticia se hizo pública, todo lo que se cuenta en la película es rigurosamente cierto, que, en efecto, Joaquin Phoenix no volverá a hacer cine. Affleck captura al protagonista de Gladiator y En la cuerda floja balbuceando rimas raperas de forma más bien lamentable. Lo muestra esnifando cocaína, contratando a prostitutas, practicando sexo oral con su publicista. Pero resulta francamente difícil adivinar si Phoenix se está riendo de nosotros o es que ha perdido la cabeza. "Esto no es una broma", reiteró ayer Affleck.