La vida de Jaime de Jaraíz no se podía resumir en un libro ni en diez. Lo dijo él en uno de sus últimos actos públicos. "Me hubieran hecho falta 10 libros más". Era en la presentación en Cáceres de Jaime de Jaraíz. Un clásico del siglo XX , editado por la fundación que lleva su nombre y que recopila su obra y momentos claves de su vida.

Había nacido en Jaraíz de la Vera el 23 de abril de 1934 como Jaime García Sánchez. Su entrada en la adolescencia vino marcada ya por las inquietudes artísticas: sus padres le regalaron una guitarra y ya dibujaba y pintaba.

Con 16 años, ganó el premio de pintura patrocinado por Caja de Plasencia con Alegría y vino . Becado por el ayuntamiento de Jaraíz, estudió en la Escuela de Artes y Oficios en Cáceres y posteriormente en Madrid. Le esperaba el ritual del viaje europeo, el del contacto con los autores del pasado, y a finales de los 50 visitó los grandes museos de París e Italia.

Solista

Su seudónimo, Jaime de Jaraíz, apareció en la obra que empezó a pintar a partir de 1960 en agradecimiento a la beca que le concedió su pueblo. Sucesivas exposiciones marcaron esa década, dentro y fuera de España, en la que también debutó como solista de guitarra en conciertos. Así lo recordó ayer, como concertista, el pintor Francisco Pedraja, que evoca la imagen del artista empuñando la guitarra en el acto de toma de posesión de su puesto de académico de Extremadura en 1984 en el monasterio de Yuste.

A finales de los 60 definió su técnica y forma de pintar como divisionismo cromático, el descubrimiento que le servirá como base para su obra pictórica posterior.

Diez años después la sala El Brocense de Cáceres se inauguró con una exposición del artista por la que se calcula que pasaron más de 15.000 personas. Nuevas exposiciones dieron a conocer su obra paralelamente a la musical, y en 1986 se estrenó en Cáceres su Suite extremeña .

La Galería Montecelli de Gijón fue el escenario donde se expusieron 88 de sus cuadros el mismo año. En 1992, tras una larga ausencia, volvió a Extremadura exponiendo en Badajoz, Mérida y Almendralejo. En los años siguientes siguió exponiendo en distintas ciudades como Madrid, Cáceres o Valladolid.

Influido por pintores extremeños como Luis de Morales o Zurbarán, e italianos como Leonardo da Vinci, Rafael o Botticelli, su producción abarca más de dos mil pinturas está llena de luz, figuras maternales, niños y desnudos.