"Los Santos Inocentes ha sido una de las películas que mi padre hizo con más cariño y dedicación, además de una de las mejores que ha hecho". "Fue la película que le encumbró como actor sublime". De hecho fue premiado en el Festival de Cannes por su interpretación.

Así recuerda Teresa Rabal, hija del actor Franciso Rabal, lo que supuso para su padre dar vida a Azarías, el hermano tonto de Régula, que se entendía con los pájaros. La famosa frase que este personaje repetía una y otra vez, ´milana bonita´, "se ha grabado en él". Rabal tenía un gran don, "se metía muchísimo en su papel". Para ello se trasladó a Alburquerque y convivió durante meses con un campesino del lugar que le prestó sus ropas y le enseñó a emular sus gestos, sus andares y sus costumbres. "Incluso se hizo una dentadura igual".