El Museo del Prado vuelve la mirada sobre su colección permanente en 2020 con una programación que apuesta por nuevas narrativas sobre el papel de la mujer en la historia del arte y el arte colonial, con una gran exposición junto a la National Gallery, Pasiones mitológicas. Con la resaca de las celebraciones del Bicentenario y la vista puesta en su próximo gran proyecto, el Salón de Reinos, el Prado cree que 2020 es el momento de «poner el foco» en su colección permanente, la «columna vertebral» del museo, señaló ayer en Madrid el director del museo, Miguel Falomir.

Entre las propuestas más destacadas para el nuevo año, el Prado mantiene su compromiso con el enfoque de género en Invitadas, una exposición «muy ambiciosa» que llegará en marzo, y para la que el museo ha hecho un «trabajo extraordinario» de revisión de sus fondos, según su director. La muestra quiere mostrar el papel de la mujer en el sistema español del arte en el siglo XIX y primeros años del XX, y ofrecerá un mapa básico sobre el papel subsidiario que el sistema concedió a las artistas. Las nuevas narrativas por las que el Prado apuesta en 2020 se convierten en «nuevas geografías» con Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España (mes de noviembre), una exposición que pretende visibilizar el rico patrimonio artístico procedente de América que llegó a España en los siglos XVI, XVII y XVIII.

Frente a la tradicional visión «eurocéntrica», todo ese arte formaba parte del paisaje visual de la época, defendió Falomir sobre esta muestra que se inaugura en noviembre. En paralelo a estas nueva narrativas, el Prado firma junto con la National Gallery y la National Galleries de Edimburgo Pasiones mitológicas, una gran exposición que mostrará, entre otras excepcionales obras, las seis pinturas mitológicas basadas en la poesía clásica griega, pintadas por Tiziano para Felipe II, por primera vez juntas desde el siglo XVII.

REFORMAS // La programación expositiva de la pinacoteca se completa con una muestra dedicada a William Blake en torno a La Divina Comedia, al legado de la profesora Carmen Sánchez García, las dedicadas a Annibale Carrac, y al enigmático Marinus van Reymerswale, la primera que se le dedica en el mundo.

Por otro lado, el museo incorporará varias reformas a su colección permanente durante los próximos meses: El Prado 200, la renovación de la Sala del Bosco con «una reforma integral» de los soportes de las obras, la reforma de varias galerías, y una nueva ordenación de la colección de pintura europea del siglo XVIII.

La más importante es la dedicada a su propia historia, el Prado 200, que ya se anunció durante el Bicentenario, y que se ubicara en las antiguas salas del Tesoro del Delfín. Esta propuesta es similar a la emprendida por otros museos europeos y se trata de una exposición dedicada a la historia la pinacoteca que mostrará al público la historia de su construcción y la evolución de su imagen. El Prado también ha decidido acometer una serie de modificaciones en varias galerías y en la Jónica se instalarán una serie de esculturas griegas, romanas y egipcias.