En el año en que Bernardo Víctor Carande hacía recuento de su vida en el libro Memorias, 1932-2002 , el escritor extremeño moría en su finca Capela , de Almendral, según confirmó a Jesús García Calderón, uno de sus amigos íntimos, Rocío, hija del literato.

La muerte le sobrevino ayer a Carande, a los 73 años, según comprobaron un médico de Barcarrota y la Guardia Civil de Almendral. El escritor, fundador y primer presidente de la Asociación de Escritores Extremeños, había padecido una grave enfermedad en la garganta, de la que se recuperaba. Tenía tres hijos: Victoria, funcionaria de la Unión Europea; Rocío, profesora en la Universidad de Sevilla, y Manuel, profesor en Galicia.

Escritor, agricultor, promotor de iniciativas culturales dentro y fuera de Extremadura, Carande fue finalista del premio Nadal con Suroeste en 1972, y del Planeta diez años después.

Nació en Madrid en 1932. "Mi niñez quedó truncada por la guerra civil que asoló la patria en la primera mitad del siglo XX", escribió en las primeras páginas de sus memorias, que publicó la editorial extremeña Del Oeste Ediciones.

ESTUDIOS Expulsados de su domicilio madrileño al poco de desencadenarse el conflicto y con su padre ausente, el escritor, su madre y su hermano se instalaron en Sevilla. Empezó a estudiar Exactas, pero lo dejó. Posteriormente, se licenció en Filosofía e Historia en Madrid.

En la capital andaluza residió hasta 1955, cuando tomó la decisión de trasladarse a la finca Capela , en Almendral, próxima a Badajoz. En este retiro, que levantaron sus antepasados, se dedicó a la agricultura y a las letras. Dirigió las revistas Alor y Alor novísimo , referencias culturales de los años 80 en la región, junto a Capela . Pero Carande, no fue sólo un hombre de letras. También cultivó la pintura y la fotografía.

Hijo del historiador Ramón Carande, la influencia de su padre, uno de las personalidades intelectuales más destacadas del siglo XX, fue un acicate para Bernardo Carande, y en los últimos años ha impulsado la difusión de la obra de su progenitor.

"Era un francotirador y animador cultural de primera orden", señaló ayer el consejero de Cultura Francisco Muñoz, quien destacó la labor que hizo Carande de apoyo a escritores de dentro y fuera de Extremadura en las revistas literarias que dirigió. En ello abunda Los nudos de la vida , el próximo libro de Jesús García Calderón, quien destaca esta faceta de divulgador de autores, en ocasiones nuevos, que llevó a cabo su amigo.

"Para mí ha sido un referente en mi vida", dijo García Calderón, escritor y fiscal jefe de Andalucía. "Es como si me hubieran quitado un pedazo de mi vida", añadió.