Este ha sido un año importante en la carrera de Hirokazu Kore-eda (Tokio, 1962). Hace unos meses ganaba la Palma de Oro del Festival de Cannes gracias a su película Un asunto de familia y ahora recibe el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián, la primera vez que este galardón se le otorga a un asiático.

El director es un habitual del certamen. Todos los años presenta su nuevo trabajo en la Sección Oficial o en Perlas y ha conseguido en varias ocasiones el Premio del Público. Es tanto su amor por el festival, por la gastronomía de la ciudad y su gente que ha declarado entre risas que hace películas «para venir a San Sebastián». Sin embargo, dijo también que el Donostia le hace sentir «mayor» de los 56 años que tiene. «Mi carrera no ha sido todavía tan larga como para recibirlo», dijo sonriente.

Todo este reconocimiento viene precisamente acompañado de un título que podríamos considerar como un compendio de buena parte de su obra a partir de Nadie sabe. En Un asunto de familia se habla de la importancia (o no) de los vínculos sanguíneos, del desarraigo infantil y de los desheredados de la sociedad japonesa. «El gobierno de mi país no lo quiere reconocer, pero la pobreza está aumentando. Además, no se dedica la suficiente atención a la educación de los niños», comentó ayer en un encuentro con la prensa.

CRÍTICO CON el gobierno nipón / Ese talante crítico sobre el panorama político nipón ha ocasionado que tras ganar la Palma de Oro declinara el homenaje que quería hacerle el actual gobierno, con el que no comulga ideológicamente. «Ellos querían aprovechar mi premio y la proyección internacional que me había dado para lavar su imagen a nivel mediático y no quise aceptar eso».

El cineasta también recordó a la recientemente fallecida Kirin Kiki, una actriz que ha estado presente en muchos de sus títulos y que se despide en Un asunto de familia a través de un hermoso plano en el que da la gracias mientras mira al infinito. «No sé cómo haré películas sin ella», dijo emocionado.

Kore-eda se detiene a reflexionar ante cada uno de los temas sobre los que se le pregunta. La mayor parte de sus películas plantean interrogantes que nos hacen pensar a nosotros también: ¿Qué recuerdo escogerías para llevarte al más allá? ¿Qué es en realidad la familia?

Sobre este último punto, piensa que su mirada fue cambiando y evolucionando paralelamente a su propia vida privada y sus experiencias como hijo, padre y algún día abuelo están presentes en su obra. «Por eso me queda todavía mucho que contar, aún me queda transitar por algunas nuevas etapas que me darán seguro una perspectiva diferente».

RODAR FUERA DE JAPÓN / Las relaciones familiares volverán a vertebrar su próxima película, la primera que el realizador rueda fuera de Japón. Se titula The Truth y está protagonizada por tres mujeres pertenecientes a generaciones distintas, Ludivine Sagnier, Juliette Binoche y Catherine Deneuve y un hombre, Ethan Hawke.