Siete horas y media después del responso oficiado en el tanatorio de Tres Cantos (Madrid) por la inesperada muerte de la hermana pequeña de la princesa de Asturias, la mediana, Telma, aterrizó en Madrid (en la foto, a su llegada a Barajas), el jueves, procedente de Zúrich, donde había hecho escala. Ella y la reina Sofía, que aterrizó pasadas las doce de la madrugada en la base aérea de Torrejón de Ardoz, fueron las grandes ausentes del responso oficiado por la muerte de Erika Ortiz, y que reunió a los Ortiz Rocasolano y a la Familia Real: Juan Carlos, los duques de Lugo y los de Palma, que acompañaron a Felipe Letizia.

Telma llegó a las nueve y media de la noche a Barajas, donde la esperaban sus padres, Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano.

Según publicó ayer El País, la autopsia practicada al cadáver de Erika, de 31 años, ha revelado que murió después de ingerir pastillas, seguramente tranquilizantes, según informaron fuentes de la investigación. Además de las pastillas, en la vivienda donde fue hallado el cadáver, los investigadores hallaron cinco cartas que la fallecida dejó escritas a sus familiares.