Los sindicatos de actores y productores de Estados Unidos han dado sus máximos galardones a Argo y el thriller-comedia de acción política de Ben Affleck se consolida como favorito al Oscar a mejor película, algo que no parecía probable.

no todo es cuestión de candidaturas

Cuando se anunciaron las nominaciones a los Oscar, Argo , con sus siete, quedó numéricamente por detrás de Lincoln (12) y otras películas. Peor aún para sus perspectivas: Affleck no se hizo hueco en la categoría de dirección y esa ausencia históricamente ha sido una lastra para hacerse con el Oscar más importante (solo lo han conseguido tres títulos, el último Paseando a Miss Daisy ).

Han surgido distintas teorías sobre la decisión, como la entrada en la Academia de Hollywood de directores más cercanos al cine independiente y al arte y ensayo que al de estudio que representa Argo o las ganas del gremio de reconocer a directores extranjeros habitualmente olvidados pero de trabajo más que admirable, como es el caso este año de Michael Haneke, candidato por Amor .

En cualquier caso, la ausencia de Affleck en el quinteto de directores no tiene porqué ser determinante en la votación a mejor película. Los 370 directores que son los únicos que seleccionan las nominaciones al Oscar en su categoría solo representan el 6,5% de los 5.856 académicos que votan para dar las estatuillas. El sistema de voto, en que se eligen varios títulos por orden de preferencia, hace además que Argo pueda no ser la favorita de la mayoría, pero sí acumular suficientes segundos y terceros puestos que le llevarían hasta el oro si ninguna otra logra (como todo indica) un abrumador respaldo.

A Hollywood le gusta Hollywood

"Es una película sobre productores". La frase que le dijo a The New York Times un observador de la industria en la entrega el sábado de los premios de los productores es otra de las claves del potencial ganador de Argo en los Oscar. Junto a la CIA y el Gobierno canadiense, Hollywood aparece en la película como un actor clave en la resolución de la historia, capaz de pergeñar un engaño de dimensiones históricas para lograr la escapada de los diplomáticos. "Quizá habla del narcisimo de Hollywood", ha reconocido el propio Affleck, apuntando a que no es difícil vender en Hollywood una película sobre una película, incluso aunque sea falsa.

Argo no solo lanza un mensaje del poder de redención de las películas sino que además está llena de guiños endogámicos. Y la única nominación en categoría de interpretación la ha logrado, como actor de reparto, Alan Arkin. ¿A quién encarna? A un productor.

El final feliz es también otro favorito de Hollywood y a Argo no le falta, ni dentro ni, quizá, fuera de la pantalla. Un Oscar a mejor película lo sería y coronaría, además, una historia que también gusta en la meca del cine en Los Angeles: la del underdog que se impone al favorito. Pese a su gran recibimiento en Telluride y Toronto y una taquilla mundial de 171 millones de dólares, la estrella de Argo perdió brillo ante otros estrenos. Ahora lo recupera. Y el 24 de febrero puede deslumbrar.

Ben Affleck y Clooney, un dúo con gancho

Argo fue un proyecto que tuvieron durante tiempo entre manos George Clooney su socio productor Grant Heslov, a los que Affleck convenció para darle la dirección en el 2011. Los tres comparten los créditos en la candidatura al Oscar a mejor película y la subida al escenario de las dos estrellas tendría gancho.

Affleck, que ya ganó en la 70 edición por el guion (firmado con Matt Damon) de El indomable Will Hunting , este año ha recibido ovaciones y se ha ganado simpatías con sus discursos siempre bien pulidos. Y vive un buen momento.

"No era nadie cuando hacía audiciones, luego se me vio como talento emergente, escritor, ganador de Oscar, luego como actor de taquillazos, luego como un desastre y luego como un director que resurge", ha explicado el director de Adiós pequeña adiós y The town . "Ahora creo que se me ve solo como alguien en Hollywood que trabaja". Y a Hollywood le gustan sus trabajadores.