Roberto está paralizado. Acaba de tropezar y se le ha clavado una barra de hierro en la cabeza. Si se mueve, se muere. Así empieza la nueva película de Alex de la Iglesia, una tragedia sobre el hombre moderno (es decir, "en paro"). José Mota, el sufrido desempleado, y Salma Hayek, su valiente esposa, protagonizan La chispa de la vida , filme que no esconde la pasión que el todavía presidente de la Academia de Cine tiene por la claustrofóbica La cabina , de Antonio Mercero. Habrá que esperar a octubre para verla. Se estrenará en cines, por supuesto. Y, si todo sale como De la Iglesia pretende, también se estrenará en internet. ¿Cómo? Es pronto para saberlo. "Estamos en ello", confesó ayer el cineasta durante un descanso del rodaje en el Teatro Romano de Cartagena (Murcia).

Cuando De la Iglesia estaba terminando Balada triste de trompeta , que fue fulminada en los Goya por el huracán Pa negre , recibió una llamada de Andrés Vicente Gómez, productor que, en los años mozos de De la Iglesia confió en él tras Acción mutante y produjo El día de la bestia . Gómez le dijo: "Te mando un guión". Lo leyó en una hora y media. Su respuesta fue: "Es complejo y arriesgado". El productor contestó: "El protagonista será José Mota". La respuesta de De la Iglesia fue: "Aparco mis otros proyectos. Vamos a hacerla ya".

Antes de comenzar el rodaje, De la Iglesia hizo suyo el guión. A lo que ya estaba escrito, metió su marca. La chispa de la vida --que nace con la intención de venderse muy bien en el mercado internacional-- narra la odiesa de Roberto, un publicitario en paro que roza la desesperación. Un día, decide ir al hotel donde pasó la luna de miel con su mujer y, atónito, descubre que se ha convertido en un museo.

"Excesivo y parcial"

Una vez dentro, observa que en los pasillos hay restos de un teatro romano. Asustado por el grito de un vigilante, Roberto tropieza y se le clava una barra de hierro en la cabeza. Es un hombre atado a una situación imposible. ¿Qué hace? Vender su historia a los medios de comunicación, sinónimo de ganar dinero. "El punto de vista de la película es como yo mismo: excesivo, sesgado y parcial", comentó el realizador tras destacar que el filme no se mete tanto con la prensa (que también) sino con el actual imperio de la imagen y la manera de buscar noticias.

Salma Hayek, a la que el bilbaino ya tanteó para Perdita Durango aunque finalmente optó por una actriz con una dureza multiplicada por cien (Rosie Pérez), aseguró que La chispa de la vida es "un homenaje a las mujeres", esas que, precisamente, no salen siempre bien paradas en las películas made in De la Iglesia. La estrella mexicana añadió que su personaje es el pilar de la familia. "Pocas veces se hace honor a las mujeres. Esta vez sí se ha hecho".

Aunque cansado (siempre ruedan de noche porque la película transcurre en 24 horas), De la Iglesia mostró su felicidad por ser, simplemente, director de cine y no máximo responsable de esa casa de líos llamada Academia de cine. Aseguró que respeta todas las opiniones, pero dejó claro que no se arrepiente de nada. "Amo a la Academia, pero es verdad que he reseteado amigos", contó. Su decidida apuesta por internet le ha llevado, precisamente, a insistir a Vicente Gómez para buscar alternativas de estreno en la red.

De la Iglesia no es ajeno a los problemas que rodean a Andrés Vicente Gómez, cuya última película, la ambiciosa Manolete , con Penélope Cruz y Adrien Brody, no llegó a estrenarse en España tras acusaciones de impago. "El, como todo el mundo, es el primero que sufre la crisis. y tiene problemas como productor. Pero yo lo que quiere es agradecerle todos los trabajos que hemos realizado juntos", concluyó.