El argentino Daniel Burman da un salto generacional en ´El nido vacío´, un retrato de la crisis de mediana edad de un literato de éxito, y el coreano Kim Ki-duk se sumerge en un personal relato ambientado en el mundo de los sueños en la jornada final de la sección oficial del Festival de San Sebastián. ´El nido vacío´ "muestra de la extraña y compleja relación de inversión de amor entre padres e hijos", apuntó su director. Siempre inéditas son las conexiones con las que Kim Ki-duk ata a sus personajes. En ´Bi Mong´, impide a sus dos protagonistas escapar de un destino inexorable. Cada vez que él duerme, ella ejecuta inconscientemente sus sueños.