Una artista que golpea conciencias con obras politizadas se llevó ayer el Premio Velázquez de Artes Plásticas, otorgado por el Ministerio de Cultura y dotado con 125.000 euros. La colombiana Doris Salcedo, que en el 2007 revolucionó la Tate Modern de Londres con una perturbadora grieta en el suelo de 167 metros, conquistó el prestigioso galardón después de que el jurado valorara "el rigor" de su propuesta así como su "compromiso social y político". Es la primera vez que el jurado del Velázquez otorga a una mujer el galardón, que otros años ha reconocido la trayectoria de a artistas como Antoni Muntadas, Luis Gordillo y Antoni Tàpies. El material básico de Salcedo (Bogotá, 1958) es el dolor humano. Sus creaciones giran en torno al grave problema de la violencia en Colombia. "Siempre oriento mi trabajo hacia la experiencia de las víctimas y lo adapto al espacio que se me ofrece", explicó cuando instaló en la Tate Modern la enorme y polémica grieta zigzageante con la que quiso representar "la brecha entre los europeos blancos y el resto de la humanidad".