En la cuarta entrega de Millennium, que Stieg Larsson no pudo terminar al morir prematuramente a los 50 años de un infarto, su carismática hacker protagonista, Lisbeth Salander, "se libera poco a poco de sus fantasmas y de sus enemigos. Cada vez que ella logra vengarse de una persona que le habría hecho daño física o psicológicamente, borra el tatuaje que para ella encarna esa persona (...) Para ella los tatuajes son una pintura de guerra". Esto, y el título (La venganza de Dios ), es lo poco que Eva Gabrielsson, viuda de Stieg Larsson, ha decidido revelar sobre esas inacabadas 200 páginas en su esperado libro Stieg y yo , que acaba de llegar esta semana a las librerías francesas.

En sus 200 páginas, Gabrielsson, cual Salander, también libera sus fantasmas y de alguna manera se venga de las injusticias que viene sufriendo desde la muerte del que fue durante 32 años su compañero. Como no llegaron a casarse, la ley sueca otorgó la herencia, multimillonarios derechos de la trilogía incluidos, al padre y al hermano de Larsson, con los que desde entonces mantiene una agria lucha. Gabrielsson, que rechaza que el nombre de Larsson se vea convertido en una "industria o una marca", afirma que levantaría el misterio sobre el cuarto libro y lo terminaría ella misma si lograse los derechos morales, que no económicos, para gestionar la obra de Stieg. Y añade que así se lo ofreció en el 2005 a los Larsson, pero estos "dijeron no".

La trilogía, considera, es fruto de los 32 años que vivieron en pareja y Gabrielsson reivindica una cierta coautoría no solo moral en la trilogía, dado que "a menudo" habían escrito "juntos". Así, escribe, la trilogía es fruto "de la experiencia de Stieg, pero también de la mía. De su infancia, pero también de la mía. De nuestras luchas, nuestros compromisos, nuestros viajes y nuestros miedos... Estos libros son un puzle de nuestras vidas". Pero no todo es polémica. Gabrielsson rememora su vida con Larsson, su infancia y juventud, su compromiso contra la extrema derecha y su muerte. Stieg y yo llegará a España en abril en Destino).