Que la vida es un viaje y que viajar te enseña a vivir es un proverbio árabe. Que las ciudades se llevan dentro ya nos lo contó Kavafis. No estoy de acuerdo, de todos modos, con que viajar acabe con el racismo, con el etnocentrismo ni con esa parte de los males del mundo que proceden de pensar que lo nuestro es lo mejor (la religión, las costumbres, comer a las tres) y que el resto son raros, están atrasados, son incultos o chauvinistas. Recuerdo a Jovellanos hablar del tren escandalizado porque la diligencia permitía mirar el paisaje y renegando de la prisa que tenía todo el mundo por llegar a alguna parte. "Yo no viajo para ir a ningún sitio, sino por ir", decía Stevenson. Un viaje, sí, tiene algo de aventura, a veces. Pero no cura de nada. "Volveréis más sabios y más libres... si no os cerráis en banda".

Esa última frase es la respuesta que le dio Javier Reverte a un chico que se iba a vivir con su mujer a Africa. Si no os cerráis en banda. Con frecuencia oigo, de ciudades que amo, que están sucias, que son decadentes, que los edificios se caen a pedazos y que la gente que las habita es seca y dura (quizá porque nadie les sonrió primero). Reverte ha ido a muchos lugares, aunque yo solo le envidie sus periplos por Canadá y su travesía del Yukón. Es uno de los escritores a los que el Gobierno les reclama su pensión por escribir. Más de 120.000 euros, que no tiene. Porque no, los escritores no son ricos. No lo es Eduardo Mendoza, no lo es Luis Landero, no lo es Antonio Gamoneda. Y, si lo fueran, al menos se habrían ganado los dineros por su cuenta y no, por ejemplo, saqueando el erario público. Pero esto es España, señores: aquí, trabajando, nadie se hace rico.

Javier Reverte estará en Plasencia, este martes, para hablar con los lectores. Nunca ponderaremos lo suficiente la labor que llevan haciendo las aulas literarias de la región desde hace ya alguna década. Son el buque insignia de la Asociación de Escritores Extremeños, que renueva junta directiva: su presidente será Juan Ramón Santos: no tienen programa, pero esperan servir de interlocutores no solo para colaborar con el nuevo director de la Editora Regional, Eduardo Moga, sino también con la Administración, para que recupere ciertas ayudas que se han perdido, las de la edición a la cabeza. Uno no escribe para sí, sino para que le lean. Y para devolver lo que otros le dieron, añado. Y por necesidad y como terapia, también.

Y la música

La música también es terapéutica. Uno escucha flamenco y no puede pensar en nada más. Manuel González Rubito Hijo abre el ciclo de Flamenco en la plaza Alta. Iba a hacerlo Josefa Salazar, La Negra , digna hija de Porrina de Badajoz, pero está enferma y en su lugar viene quien ganó la Lámpara Minera en 2003, con Francis Pinto a la guitarra. No sabemos qué tipo de concierto ofrecerá, pero estamos en Cuaresma, la Semana Santa está al caer y es un reconocido saetero. Si están más al norte, pueden olvidar la realidad durante el tiempo que dure la obra Chefs , porque Yllana siempre es una apuesta segura. Cocineros estrella, animales que se utilizan en nuestra cultura como alimento (sí: no comemos de todo: comemos lo que nuestra cultura nos dicta), la relación que tenemos con lo que ingerimos (a veces correcta, a veces compulsiva, a veces llenita de culpa) y saborearemos diferentes comidas del mundo. Menos mal que en Plasencia se come magníficamente bien, porque auguro que saldrán con hambre. Hay más teatro: se estrena Maltravieso con La inauguración , de Vaclav Havel, el disidente político y culto que se convirtió en el primer presidente de la República Checa. Se perdieron, se han perdido ya, los referentes profundos a partir de los que se construía el ciudadano moderno. Llegó la masa. Los medios de comunicación difuminaron la frontera entre lo público y lo privado. En algún caso, para bien (pongamos, la violencia machista, que ya no está considerada un problema de la pareja). En otros muchos ("si no llora, no quiero el plano"), de una manera demasiado obscena. De eso habla esta obra, en su origen. Pero, antes de arremeter como aquel que repite una salmodia contra los medios de comunicación y su manipulación, habría que enseñar a analizar un discurso periodístico, televisivo también. Fijarse en la espectacularización de las noticias, en si se firman, en si las fuentes aparecen y de qué modo, en los sutiles cambios de lenguaje que conforman el mundo, leer más de un periódico, más de una web, saber cuándo una web es seria y cuándo está llena de magufadas (¿ha admitido ya la RAE la palabra magufadas Es tan certera)... Hay que saber leer y mirar y escuchar los medios de comunicación: nos interpelan a diario.

Manuel González Rubito Hijo. Casas consistoriales. Flamenco en la plaza Alta. Viernes, 12 de febrero. 20.30 horas Badajoz.

Chefs, de Yllana. Viernes, 12 de febrero. 20.30 horas. Teatro Alkázar (Plasencia)

Inauguración, de Vaclav Havel. 12 de febrero. 20.30 horas Gran Teatro (Cáceres)

Javier Reverte. Martes, 16 de febrero. 20.00 horas. Sala Verdugo (Plasencia).