El año 2016 del deporte extremeño se presenta con varios retos especialmente interesantes, aunque la primera lectura es que se adivina una temporada de transición para la mayoría, a falta de metas espectaculares, que no se divisan en el horizonte salvo la olímpica de varios deportistas de relieve en la región.

A nivel de clubs, el primer objetivo es la permanencia de aquellos que militan en las categorías más altas, entre los que Santa Teresa (fútbol, Primera femenina) Diocesano, Flecha y Puebla en División de Honor juvenil, también de fútbol), Arroyo y Electrocash Cáceres (voleibol, Superligas femenina y masculina) y Mideba (baloncesto en silla de ruedas, División de Honor) son los principales ejemplos.

Mientras tanto, a nivel del deporte individual, sobresale la meta de los Juegos de Río de Janeiro, con los nadadores Miguel Navia, Fátima Gallardo y César Castro, los atletas Alvaro Martín o Javier Cienfuegos y el arquero Antonio Fernández como indiscutibles referentes.

En los clubs, la intención del Santa Teresa pacense es, indudablemente, el de la salvación. Tras un inicio dubitativo, ha reaccionado pese a las lesiones graves de varias de sus futbolistas y ya está en mejor posición para encarar con optimismo su propia exigencia. Será duro, pero se está en el camino correcto.

En División de Honor juvenil, con el Diocesano sin problemas en la zona media-alta (tratará de seguir ahí), Flecha y Puebla lo tendrán complicado, ya que ocupan las dos últimas posiciones.

El Mideba Extremadura, mientras tanto, aspira a seguir haciendo historia con sus ansias europeas y pensar en algo grande en la liga doméstica, en la que es ya un clásico. En judo (Stabia) también se espera mucho, al igual que del Magic o el Mérida Ajoblanco en ajedrez.

Bajando escalafones de categorías, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que terminó de manera excelente el año, quiere mantener el tipo e incluso soñar con los play offs de ascenso a la ACB. El proyecto parece ir de la mano del crecimiento. En Liga Femenina 2, el Al-Qazeres se ha propuesto subir de nuevo a lo más alto, y de momento lo está haciendo de manera excelente, con el liderato. El Badajoz, mientras, está en la zona media-baja. Desde EBA, el Plasencia tendría que aspirar a subir. De momento, lo está haciendo perfecto.

En fútbol, los tres representantes regionales (Cacereño, Villanovense y Mérida) tienen tendencia, en principio, conservadora. Y es que el primer objetivo es mantenerse en la Segunda División B. Cada uno con sus particularidades (el decano, el Cacereño, con dificultades institucionales perennes) se daría por bueno seguir en la categoría de bronce del balompié nacional. A la llegada a ésta aspirarán, por cierto, clubs como el Extremadura, el Jerez, el Badajoz o el Arroyo, en principio, desde una Tercera División especialmente bonita este año.

Individualmente, el mayor desafío para varios deportistas extremeños será conseguir estar en la cita olímpica de verano en Río. El nadador Miguel Navia, el marchador Alvaro Martín y el arquero Antonio Fernández tienen virtualmente asegurada su presencia con los respectivos equipos nacionales.

La también nadadora Fátima Gallardo puede estar cerca, aunque el reto será conseguir la mínima, a lo que igualmente aspira el jovencísimo placentino César Castro. Sería histórico.

Además del baloncestista Calderón (se lo tendrá que ganar con una buena temporada en la NBA) o la judoca Conchi Bellorín (directora general de Deportes) también quiere repetir, ya que estuvo en Londres 2012, en atletismo, además del llerenense Martín, el lanzador montijano Javi Cienfuegos conserva posibilidades. No hay que descartar a atletas clásicas (Sonia Bejarano en maratón, incluso; Teresa Urbina en los 3.000...).