El español Fernando Alonso (McLaren-Mercedes) llega a la tercera prueba del Mundial de Fórmula Uno, el Gran Premio de Bahrein, como líder del certamen, tras su autoritario triunfo de hace sólo cuatro días en el de Malasia, aunque de nuevo con la amenaza de los Ferrari, que prometen recuperar el dominio exhibido en la carrera inaugural, en Australia.

Alonso, campeón del mundo los dos últimos años, en los que además fue el triunfador en el circuito de Sakhir como piloto de Renault, ha saldado las dos primeras citas del calendario con un segundo puesto (Melbourne) y un triunfo (Sepang) que lo han aupado a la primera plaza del Campeonato del Mundo.

El abrumador dominio ejercido por los Ferrari en Australia desapareció en Malasia, en el caso del finlandés Kimi Raikkonen, según la propia escudería transalpina, por el hecho de disputarlo con una sustancial merma en la potencia de su bólido a causa de una fuga de agua detectada en la parte final de la primera prueba de la temporada.

Esa circunstancia hizo que el finlandés ni siquiera pudiera plantearse la posibilidad de inquietar a Alonso. Sólo en la parte final del gran premio consiguió acercarse sin premio perseguido al compañero del español, el británico Lewis Hamilton, que protagonizó otra brillante carrera.

De una forma u otra, el piloto español llega como primero del Mundial al desierto, lo que le otorga una inyección extra de confianza, sobre todo por que en su equipo tenía asumido que la ventaja de la escudería italiana era, ya desde el inicio, notablemente grande.

El triunfo del pasado domingo en Malasia ha devuelto la alegría al equipo McLaren-Mercedes, que no conocía el triunfo desde el Gran Premio de Japón del 2005. Además, el doblete sellado por Fernando Alonso y Lewis Hamilton fue el primero del equipo desde el de Brasil de ese mismo año, entonces con el colombiano Juan Pablo Montoya y el propio Raikkonen.

No obstante, en McLaren-Mercedes prefieren ser cautos, aunque son conscientes de que en cuatro días la competitividad no variará sustancialmente y que en Sakhir las flechas de plata volverán a ser tan competitivas como lo fueron en Sepang.

Precisamente Hamilton se está confirmando como el gran piloto que todos auguraban y otro rival más para Fernando Alonso, nada acostumbrado a que sus compañeros de equipo destaquen sobre la pista. El inglés, que también sabe trabajar en equipo, ha subido al podio en sus dos primeras carreras en la máxima categoría y los responsables de McLaren-Mercedes ya han dejado claro que no existen jerarquías entre sus hombres.

Ferrari ya se mostró como el más fuerte durante los entrenamientos de pretemporada llevados a cabo en este mismo trazado, el de Sakhir. Sin embargo, la Fórmula Uno evoluciona a pasos agigantados y ningún equipo ha dejado de trabajar para mejorar desde entonces, incluido McLaren-Mercedes.

En Bahrein los Ferrari estrenarán motor, pero también lo harán los McLaren. Ambos rivales volverán a competir con propulsores frescos.

El Gran Premio de Bahrein tiene una especial importancia la función de los frenos y los neumáticos debido a la poca adherencia que ofrece la pista poco utilizada y en la que siempre hay algo de arena, depositada por los vientos del desierto.

La carrera comenzará el viernes con los entrenamientos libres, en dos sesiones (10.00-11.30 y 14.00-15.30 hora local/Una hora menos en España). El sábado se disputa la tercera y última sesión libre (11.00 a 12.00) y la clasificatoria (14.00 a 15.00), que establecerá el orden de salida de la carrera del domingo (14.30/13.30 en España), sobre 57 vueltas (308,238 kms.) al circuito de Sakhir.