La segunda posición en los entrenamientos libres debería generar ilusión, optimismo, una sonrisa en el rostro de Fernando Alonso. No es así. Advierte el asturiano que el de Sakhir, además de caluroso y polvoriento, es un circuito fácil, sin curvas donde poder ganar o perder mucho tiempo. Al asturiano le separa solo medio segundo de la 12 plaza del Force India de Giancarlo Fisichella, muy poco margen para ignorar con qué carga de gasolina ha rodado cada uno. Así que su discurso no varía. "El objetivo es acabar quinto o sexto en la calificación y dar el máximo en la carrera", mantiene.

Ferrari, McLaren y BMW abordan este GP con el mismo coche de China. Su gran evolución llegará en Barcelona. "Ahí empezará otro Mundial", dice Flavio Briatore. También pasará lo mismo con el monoplaza del piloto asturiano.