Decenas y decenas de aficionados se agolparon sobre el coche de Fernando Alonso a su llegada al autódromo de Monza. Foto y autógrafos entre gritos de "bravo". El mismo ritual cada año desde que ingresó en Maranello en 2010. No parece que haya un distanciamiento entre los "tifosi" y el bicampeón español a pesar del cruce de palabras entre el piloto y el presidente Montezemolo tras el GP de Hungría. La carrera de Spa, su fenomenal remontada, y las esperanzas de que Ferrari haya encontrado las mejoras en el coche para batirse con los Red Bull han cicatrizado la herida, si es que la hubo, entre el piloto y el equipo, entre el español y el 'ferrarismo' a falta del plebiscito de final de carrera, cuando miles y miles de aficionados invaden la recta para acercarse al podio. Parece que piloto, equipo y aficionados están más pendientes de la reacción en dos carreras, Italia y Singapur, que suenan a dos pelotas de partido a levantar por los rojos. "El objetivo es recortar puntos a Vettel en estas dos carreras, si no lo logramos, es momento para centrarse en el 2014", ha dicho con absoluta claridad el español.

Monza, la casa de Ferrari

"Sabemos que hay que parar sí o sí el incremento de puntos que consigue Vettel en cada carrera, tenemos que cambiar esta tendencia. Lo intentamos en Spa, no fue posible, y vamos a seguir intentándolo aquí", asegura el español, convencido de que el trazado de Monza es favorable para Ferrari, mientras que Singapur dictará sentencia sobre el equilibrio de fuerzas. "Monza tiene un nivel aerodinámico mínimo, aquí los coches cambian mucho de configuración. Este circuito nos favorece un poco, pero el test de verdad será Singapur, con carga alta para ver si las mejoras en el coche son reales o se debe a las características de Spa o Monza".

Nunca pierde la esperanza

Alonso es consciente de que "sólo cerramos la brecha en Silverstone cuando Vettel se retiró", dijo en relación al poderío de Red Bull sobre Ferrari. "Tenemos que cambiar esta situación". Pero el asturiano dice no sentirse frustrado por no haberlo logrado hasta ahora. "Después de hacer el máximo, y maximizar el potencial del coche y de ti mismo para encontrar los límites, te sientes feliz con tu trabajo y relajado. Por supuesto que queremos luchar por el campeonato como lo hicimos el año pasado hasta la última carrera. Creemos que podemos hacerlo, así que vamos a empezar a partir de este fin de semana".

Un equipo ciclista ambicioso

Por su puesto que hubo tiempo de hablar de su proyecto ciclista, de la compra del Euskatel, de su interés por fichar a Alberto Contador a finales del próximo año cuando finalice su contrato con el Saxo Bank, si es que las difíciles relaciones del madrileño con el dueño y el director de su equipo no fuerzan su salida antes. "No voy a dedicar mucho de mi tiempo al equipo ciclista, porque estoy centrado en la lucha por el título, y tampoco hay mucho que hacer para 2014 porque no hay muchos corredores libres, pero hay mucho que hacer a partir de 2015 y en años siguientes". Alonso reconoció que la pasada fue una "semana loca, de dos o tres baterías de teléfono cada día". "Había mucho que hablar con directores, con corredores, con sponsors, y poco tiempo porque el equipo empieza la actividad en Australia el próximo mes de enero. Es un ambicioso proyecto que se irá desarrollando cada vez más en el tiempo", añadió.

Intercambio de conocimientos

Alonso recordó que "el equipo ciclista estaba pensado desde 2008". "Solo faltaba ver cuál era el momento adecuado, no pudo ser en el 2009, y ahora se han dado las circunstancias, y la oportunidad de tener una licencia Pro Tour. Tengo muchas ganas de ponerlo en marcha, de que salga bien, de trabajar, y de poder convertirlo en algo que pueda ser una referencia, más que nada pasar lo mejor de la F-1 al equipo ciclista y pasar lo mejor que tiene el ciclismo a la F-1, que son valores muy interesantes, es juntar las dos pasiones que tengo", declaró el piloto asturiano.

El piloto no quiso dar muchos datos, aunque parece que Kiko García (excorredor de la ONCE) podría ser el 'team mánager' y Chechu Rubiera, uno de los directores deportivos. "Está todo por definir, pero no voy a a tener una implicación tan grande como querría porque mi tiempo es para la F-1. Las responsabilidades serán para el 'team mánager', para los directores deportivos y para gente que tengo de confianza dentro del mundo del ciclismo, y que sean ellos los que saquen adelante el proyecto", afirmó.

Un proyecto rentable

Alonso reconoce que en su objetivo está hacer un proyecto rentable, en el que nadie pierda dinero. "Hay que apoyar las cosas que ten gustan si tienes la capacidad de hacerlo y con miras a hacerlo bien. Te vuelcas en una cosa porque crees en ella, porque quieres hacer algunos cambios, quieres hacerla rentable, porque nadie quiere perder dinero, ni cosas así. Hay que montar una cosa que sea rentable, de gente trabajadora y que respete los valores del deporte", declaró.