Sentado en un asiento del autobús azulgrana, con la pierna en alto y aguardando a que sus compañeros terminasen de cambiarse para iniciar el viaje de vuelta, Julio Cobos era la cara triste del derbi de ayer. Hablaba por el móvil, pero hizo un alto para responder al interés de EL PERIODICO EXTREMADURA por su lesión: "Vamos a ver. Mañana --por hoy-- me van a hacer unas pruebas. Pero la experiencia me dice que tengo algo grave en la rodilla". Cobos tuvo que ser retirado, por las propias manos de sus compañeros por la ausencia de una simple camilla en el ´Romano´, tras una desgraciada jugada. Fue el drama que oscureció la victoria almendralejense. La factura que hubo de pagar el conjunto azulgrana fue elevada. Y es que, pensando en el compromiso del próximo fin de semana ante el Cartagena, Ortuondo puede tener hasta siete bajas. La lesión de Cobos se suma a las de Fabios y Samir, que acabaron tocados, y a las de José Ignacio, Cabello y Fernando Carmona, que fueron baja ya ayer. Además, Amaro vio la quinta amarilla del ciclo y Aitor Santos fue expulsado. Casi nada.

Por lo demás, el derbi cumplió con las expectativas y, salvo lo de siempre y los de siempre, no pasó a mayores y triunfo la deportividad. Las directivas dieron una lección confraternizando de inicio a fin y las aficiones rivalizaron en cánticos y demás. Al "paletos, paletos" respondió un "Badajoz, Badajoz" y luego las palabras subieron de tono. Hasta Ortuondo, en sala de prensa, afeó el detalle de mentar al club albinegro a la afición almendralejense, a la que Samir regaló su elástica acabado el derbi con el 1-2 para los visitantes.

En el palco, con los dos presidentes al frente, directivos, mucho político... En la grada, algunos corrillos futbolísticos de tronío. En uno de ellos, desde Pepe Bizcocho, exentrenador azulgrana, a Angel Marcos, sufriendo con su Cacereño en la distancia. A su lado, Luis Rodríguez Ardila, el embajador que el Liverpool tiene en Badajoz, y Víctor Orta, director deportivo del Valladolid, y Pedro Peña, director de fútbol-base de ese mismo club. ¿Para ver a Samir? "Para ver fútbol, que es nuestra obligación", respondió Orta, aunque alguien al lado le espetó: "Joder, quítate el cartel. Lo sabe todo el mundo".

La lluvia tampoco se quiso perder el derbi y llovió. Y los fondos aguantaron estoicamente hasta que el árbitro pitó.