Las chicas del Voleibol Arroyo volverán la campaña que viene a pasear el nombre de su club por la Primera División Femenina del voleibol español. Y lo harán después de que matemáticamente consiguieran, al vencer en casa al Miguelturra por 3 sets a 1, mantener la categoría.

El partido, que tenía ese punto de dramatismo y de épica que tienen los enfrentamientos de este tipo --el equipo que ganara mantenía la categoría--, puso de manifiesto que las chicas de Arroyo tenían aprendida la lección. Si a lo largo de la temporada, las de Adolfo Gómez Tate , habían dejado escapar partidos en casa con dos sets a favor, en el de ayer demostraron que, entre otras de las muchas cosas que les han pasado este año, también han aprendido a templar los nervios en momentos decisivos.

Con el apoyo de las más de 350 personas que se acercaron al pabellón municipal y sabedoras de que su rival venía sin sus figuras extranjeras --una cubana y una rusa-- , las chicas de Arroyo afrontaron el partido con mucha concentración, lo que les llevó a ponerse dos sets a cero (25-17) (25-21). Un resultado esperanzador que, sin embargo, dejaba todavía algunas dudas sobre si serían capaz de certificar el triunfo. Máxime cuando, el tercer set se lo llevaron las del Miguelturra (22-25). Las dudas se disiparon rápidamente al comienzo del cuarto set cuando, tras hilvanar una serie de seis puntos seguidos, se ponían 17 a 8. Un mazazo para las visitantes del que no se repusieron ante el júbilo de los aficionados que festejaban la permanencia de un club modesto como éste como si de un triunfo futbolero se tratara.

En resumen, un fin de fiesta con final feliz del que ha disfrutado una afición que ha encontrado en sus niñas al principal referente deportivo de su localidad. Y todo a base de hacer las cosas desde abajo y confiando en la gente de la casa.

La próxima semana, en Majadahonda, punto y final a la liga. Eso sí, hasta el año que viene.