Al llegar, los componentes del equipo español reconocieron que habían llegado al bautismo mundialista con la lengua fuera y con un coche que no estaba en condiciones, no ya de conseguir buenos cronos, sino, incluso, de acabar la carrera. Por una u otra circunstancia, así fue. El indio Karun Chandhok sufrió un accidente en la segunda vuelta de carrera y al brasileño Bruno Senna se le rompió el motor de su monoplaza en la vuelta 18.