Era un secreto a voces que ningún atlético deseaba escuchar, pero los problemas del Bayern casi precipitaron la operación en el pasado mercado de invierno. Aún con objetivos ambiciosos, el célebre liderazgo de Simeone paralizó la operación, pero la próxima temporada, previo pago de la cláusula de rescisión de 80 millones de euros, Lucas Hernández abandonará el Atlético rumbo a Múnich de forma oficial.

De manera oficiosa ya lo ha hecho, después de que el Bayern decidiera que el jugador tenía que pasar inmediatamente por el quirófano para solucionar los problemas de rodilla que arrastraba en las últimas semanas con un Atlético con el que no volverá a jugar ningún partido.

«En nuestro examen médico encontramos daño en el ligamento interno de la rodilla derecha que debe curarse quirúrgicamente», recogía el anuncio de los servicios médicos del equipo alemán, que anunció la operación para ayer mismo.

«Hoy es un día muy importante en mi carrera, el Bayern es uno de los mejores clubs de Europa y del mundo. Me gustaría dar las gracias al Atlético por doce maravillosos años, siempre será parte de mí. Ahora, me alegro de dar el siguiente paso en el Bayern», declaró Lucas.

Con su marcha, el Atlético npierde una de sus piedras angulares para el futuro. En medio del terremoto de cambios que se avecinan tras la eliminación ante la Juventus en Liga de Campeones, el relevo en la defensa es inevitable y la presencia de Lucas solucionaba muchos problemas.

Lucas firmó un contrato con Bayern para las cuatro próximas temporadas, hasta 2024. Es el estandarte de futuro de una defensa que empieza a dar síntomas de agotamiento a través Hummels y Boateng fuera de los planes de la selección alemana, pero que cuenta con Süle y la llegada de Benjamin Pavard.