Puede parecer que cuando la diferencia final en un encuentro es de once puntos (68-79) es que ha existido cierta igualdad sobre la pista. Pero la impresión que dejó ayer el Nissan Al-Qazeres frente al Cadí la Seu fue de una clara inferioridad. No hubo partido casi en ningún momento ayer en el Serrano Macayo, dejando el equipo local malas sensaciones.

El matiz-disculpa hay que ponerlo por delante: a Jacinto Carbajal le falta una jugadora fundamental como Alexis Jones, escolta titular y destinada a tener gran protagonismo en defensa y ataque. Con la llegada de la campeona de la WNBA la próxima semana ya será momento para poder dar un veredicto más exacto. De momento, lo que parece evidente es que la euforia generada por la rotunda victoria de la primera jornada ante el Campus Promete se ha volatilizado. Y no tanto por caer de paliza ante el Perfumerías Avenida, algo comprensible tratándose del campeón, sino por ser sometido en todas las facetas del juego por un rival ‘de su liga’ como el Cadí. Y eso que las catalanas llegaban si su pívot titular, Georgina Bahí.

Resulta imposible ganar, o mínimamente competir, cuando permites tantas canastas sencillas y tantos rebotes en tu propio aro. Tampoco suele ser la solución ofensiva que un solo elemento del equipo, en este caso Shayla Cooper, haga la guerra por su cuenta en ataque. La norteamericana, visiblemente por adaptar al basket español, volvió a firmar buenos números (21 puntos y 7 rebotes), pero también dejó una colección de tiros absurdos (7/19 en total). Más sentido colectivo tuvo Joy Brown-Adams (17 puntos y 17 rebotes, 34 de valoración y otra vez ‘MVP’ de la jornada), pero no fue suficiente para evitar el desastre.

SIEMPRE POR DETRÁS / Al Cadí se le iluminó el partido desde sus primeras posesiones, resueltas con dos triples. El Al-Qazeres había intentado compensar un poco su quinteto alineando de inicio de Elena Corrales, a la vista de la improductividad de Marta Urbaniak, pero sirvió de poco.

A los cinco minutos Carbajal ya tenía que pedir tiempo muerto (8-15), lo que en principio sirvió para que el partido se apretase al final del primer cuarto (17-19). Después vino la marea catalana, con un juego efectivo y hasta vistoso, haciendo lo que las locales no conseguían lograr: circular la pelota hasta que intentar un tiro en buena posición. Si se fallaba, solía haber una segunda oportunidad.

La cuesta arriba resultaba evidente al descanso (27-41), sin que flotase en el ambiente la posibilidad de remontar. Podía haber un par de canastas seguidas que la alentasen, pero a continuación el Cadí cortaba por lo sano. Tras 28 desquiciantes minutos en pista, Cooper fue enviada al banquillo por fin. La situación no varió ni un milímetro (44-60, min. 30).

Ni jugar con las dos bases juntas dio más orden ni hacerlo con tres pívots ofreció más fiabilidad en el rebote. Solo quedaba la vía del orgullo para adecentar un marcador que llegó a ponerse horrible (46-66) y esa fue una de las pocas notas positivas de la mañana. El ‘maquillaje’ tampoco fue para terminar contentos: queda muchísimo hasta lograr el nivel de solvencia de la temporada pasada, esa sombra de éxito (o incluso de presión) que va a costar sacudirse. Con Alexis Jones será otro Al-Qazeres, se supone que mejor.

3Nissan Al-Qazeres Extremadura: Carla Nascimento (7), Elena Corrales (4), Joy Brown-Adams (17), Shayla Cooper (21), Esther Montenegro (13) -cinco inicial- María Romero (0), Mariona Martín (0), Miriam Forasté (6), Marta Urbaniak (0).

3Cadí la Seu: Mehryn Kraker (12), Yurena Díaz (9), Macarena Rosset (4), Nogaye Lo Sylla (5), Caitlyn Ramírez (7) -cinco inicial- Andrea Boquete (8), Marta Montoliu (14), Andrea Vilaró (11), Shereesha Richads (9).

3Marcador por cuartos: 17-19, 27-41 (descanso), 44-60 y 68-79 (final).

3Árbitros: García Parejo y García González. Sin eliminadas.

3Pabellón: Serrano Macayo.

3Espectadores: 400.

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