A Ernesto Valverde le sobran jugadores. Y no uno, ni dos, ni tres. El técnico extremeño siempre se ha mostrado partidario de trabajar con plantillas cortas (de entre 20 y 22 futbolistas) que le permitan ir dando oportunidades a los jóvenes del filial sin agraviar demasiado a nadie, pero en su primera temporada se vio condicionado por la superpoblación del vestuario. Por eso este verano ha pedido a los responsables de la secretaría técnica del Barcelona que pongan tanto empeño en buscar refuerzos de calidad como en propiciar la salida de los jugadores que no entran en sus planes. Y son unos cuantos.

La gira por Estados Unidos que hoy mismo da comienzo (los equipos masculino y femenino parten a las 16.30 rumbo a Portland) es vista como una buena oportunidad de poner en el escaparate a los futbolistas que se consideran transferibles. Y en ese grupo entran nombres con perfiles muy distintos: Rafinha Alcántara, Aleix Vidal, André Gomes, Lucas Digne, Marlon Santos, Paco Alcácer, Munir el Haddadi… Todos ellos forman parte de la expedición que se medirá al Tottenham, la Roma y el Milan. Un caso aparte es el del lateral brasileño Douglas Pereira, que se queda en tierra después de que el club cerrara ayer un acuerdo de cesión al Sivasspor turco por el año que le queda de contrato.

Tampoco viajará a Estados Unidos Yerry Mina, que, como el resto de mundialistas, está todavía apurando sus vacaciones. La llegada de Clément Lenglet compromete seriamente las opciones del central colombiano de jugar minutos de calidad la próxima temporada, pese a que su deseo es seguir vistiendo de azulgrana. La idea inicial del club era proponerle una cesión, pero la revalorización que ha experimentado el jugador gracias a su buen papel en el Mundial aconseja buscar un traspaso que permita sacar tajada (el Barça, que pagó por él 11,8 millones, aspira a obtener unos 40 millones con su venta).

La salida que se intuye más complicada es la de André Gomes, jugador por el que el Barça hizo hace dos años un esfuerzo económico considerable (35 millones de euros más otros 20 en variables) y que no ha dado ni de lejos el rendimiento esperado. El portugués es un futbolista joven (24 años) que tiene buen cartel en ligas como la inglesa y la italiana, por lo que se pretende recuperar al menos buena parte de la inversión realizada.