Tras 15 temporadas en la disciplina del Extremadura Arroyo, Bea Gómez no solo es una de las jugadoras más veteranas del equipo, sino un referente vital dentro y fuera de la cancha que asegura que posteriormente a la renuncia a la Superliga Iberdrola, «todo parecía bastante negro, que la moral del grupo se vendría abajo, pero las ganas y la ilusión siguen intactas para encarar la campaña en Superliga 2 (S2)».

Tras el brillante ascenso a Superliga concretado el pasado mes de abril, la directiva del club extremeño, después de consultar el tema con la plantilla, decidió renunciar a esa plaza al no lograr los apoyos económicos necesarios para afrontar «con dignidad» una aventura deportiva de tal calado, sobre todo en el apartado de la empresa privada.

En este sentido, Gómez asegura que la próxima temporada «se prevé más dura que la pasada, porque parte de nuestra estructura de equipo decidió aceptar otras ofertas tras la renuncia a Superliga, cada año los equipos se refuerzan más y mejor y nosotros debemos hacer un trabajo ímprobo para acertar en las contrataciones con nuestro bajo presupuesto».

En relación a un posible cambio de rol en el esquema de juego de la escuadra cacereña, en la que su técnico, y padre, Adolfo Gómez, ya ha anunciado que Bea podría abandonar su responsabilidad de líbero para desempeñar funciones de receptora-atacante, la jugadora asevera que «es una situación que está presente, pero hasta que no se configure totalmente la plantilla no podremos valorar tomar esa decisión».

«En cualquier caso, yo siempre estaré dispuesta a ayudar al equipo en lo que me mande el entrenador, e intentaré adaptarme lo mejor que pueda al puesto que tenga que ocupar», añade.

Por lo que respecta al único fichaje cerrado hasta ahora por la entidad de Arroyo de la Luz, Bea Gómez advierte que «aunque no la conocemos personalmente todavía, por los vídeos que tenemos y los informes que posee el club, creemos que será una jugadora muy importante y que nos ayudará mucho». H