El enlace entre el técnico saliente, Paco Miranda, y el técnico entrante, aún con una interrogante en su figura, se llama Antonio Becerra. El exjugador y segundo entrenador hasta el pasado domingo, es el responsable del primer equipo hasta que llegue un nuevo inquilino al banquillo del Cerro de Reyes.

Hasta que se produzca la esperada noticia --anoche se continuaban las gestiones para que fructificaran-- Becerra asume la responsabilidad y ya dirigió el primer entrenamiento en la noche del pasado lunes, después de que Paco Miranda se despidiera de los jugadores. Fue un trabajo regenerativo junto al preparador físico, Juan Pedro Mancha.

CUATRO ENTRENAMIENTOS Las cuatro sesiones preparatorias para el choque ante el Linares serán hoy a las siete de la tarde en el estadio José Pache, el jueves y el viernes a las 19.30 horas y el sábado a las diez de la mañana. A mediodía la expedición pacense viajará a tierras andaluzas en donde jugará el domingo a las 18.00 horas.

Becerra afronta el reto provisional con mucha tranquilidad, justo la que necesitan sus jugadores. "Es una situación extraña que nunca he vivido", asegura el técnico para añadir después que mezcla "sentimientos de tristeza porque se ha ido un muy buen entrenador y amigo y a la vez y la ilusión, inquietud y nervios en el buen sentido de afrontar con la plantilla un partido de liga en la Segunda División B".

El joven entrenador pacense asegura muy convencido de las posibilidades que "vamos a trabajar lo más preciso y lo máximo que podamos. A Linares vamos a ir con nuestras armas, no hay nada que perder y mucho que ganar".

Becerra reconoce que después de las tres goleadas consecutivas que ha sufrido su equipo con 14 goles encajados en tres jornadas, las cosas tienen que mejorar. "Con estos tanteos tan desfavorables, peor no podemos estar. Tenemos que mirar lo positivo, hablaré con los jugadores, corregiremos errores y esta es la mejor manera posible de recuperar anímicamente a la plantilla", explicó Antonio Becerra.

SIN REVOLUCION Cuestionado por si habrá cambios, el entrenador provisional del Cerro explica que "no va a haber muchos ni nada especial porque ya llegará un nuevo entrenador que aplique su visión y sus ideas del fútbol. Yo estoy de transición, con el objetivo de animar mucho a los jugadores y darles la mayor confianza para afrontar el partido de Linares en las mejores condiciones. Se puede hacer algo importante porque no somos tan malos y nos están haciendo demasiada sangre. Tenemos que jugar nuestras bazas", finalizó diciendo el técnico.

Y mientras tanto, la afición cerrista espera que el equipo resucite en los próximos partidos. El conjunto extremeño sigue siendo el colista de la competición del grupo IV de Segunda B, con solamente dos puntos en su haber, fruto de dos empates.