Si alguien está obligado a ganar el título de MotoGP, si alguien debe convertirse este año en la auténtica alternativa a Valentino Rossi, si alguien ha perseguido durante años la oportunidad que se le presenta ahora, ése es --más que Sete Gibernau, un recién llegado a la batalla-- el italiano Max Biaggi, el tetracampeón del mundo de dos y medio y eterno rival, fuera y dentro de la pista, del ídolo italiano.

Biaggi, el hombre que se siente perseguido por Rossi desde que pisó la parrilla de la categoría reina, el piloto que vive obsesionado por el hombre de amarillo, inició la pretemporada con los mejores tiempos pero la ha terminado, en Jerez, maldiciendo el estilo, la forma, la estrategia de Honda, ya que ve "un disparate" entregar piezas nuevas para la moto sólo 15 días antes de empezar el campeonato.

PRIMERAS CRITICAS "Honda ha de despertar, las cosas no se hacen así", opina el ídolo italiano. Y es que Biaggi no ha tenido tiempo de poner a punto el nuevo basculante recibido hace un par de semanas, ni la nueva suspensión trasera. Tanto es así que a Suráfrica Biaggi se llevará también su moto del pasado año.

Y es que Biaggi, piloto del equipo de Sito Pons, sabe que la prioridad de Honda es su equipo oficial, integrado por el joven norteamericano Nicky Hayden y el brasileño Alex Barros. Ellos serán quienes reciban y prueben en primer lugar, antes que nadie, el nuevo material. "Honda ha provocado una situación inaceptable, pues las piezas nuevas han anulado todo el trabajo que hicimos las últimas semanas".

Biaggi, el eterno segundón de la categoría, teme que, de nuevo este año, alguien le pase por delante. En 1998 fue derrotado por Mick Doohan; en 1999, por Alex Crivillé; en el 2000, por Kenny Roberts; y, en los tres últimos años, por su enemigo número uno, Valentino Rossi. Y ahora teme que le gane Sete Gibernau. O Hayden. O Barros. O, quién sabe, el agresivo Colin Edwards. O, incluso, por qué no, el propio doctor Valentino Rossi.

Biaggi, un piloto muy analítico, a veces más obsesionado por lo que llevan sus rivales, por las ventajas técnicas que puedan tener sus adversarios, si es que las tienen, duda enormemente a la hora de salir a la pista y sacarle el mayor partido posible al material que tiene, siempre de primera calidad. Pese a todo, Supermax ha estado siempre, de 1998 al 2003, en primera línea de MotoGP, ganando cada año, como mínimo, un gran premio y acumulando doce victorias en las últimas seis temporadas.