Jamaica, con Nesta Carter, Michael Frater, Yohan Blake y Usain Bolt en la última posta, cerró ayer la jornada final del campeonato del mundo de Daegu con un nuevo récord mundial (37.04 segundos) en los relevos 4x100, que rebajaba en seis centésimas la plusmarca que el cuarteto jamaicano logró en el Nido de Pekín 2008.

La nueva plusmarca salva definitivamente una competición que empezó con la descalificación de Bolt en los 100 metros y continuó con el manotazo de Dyron Robles, el mutis por el foro de Bekele, la maldición de la portada, la caída de diosas del atletismo como Isinbayeva, Felix o Vlasic, el pinchazo del atletismo español, el desprecio de la televisión pública y los delirantes comentarios de las privadas. Un campeonato raro, anormal. No es de extrañar que una de sus estrellas más mediáticas fuera Oscar Pistorius, un atleta que corre con dos prótesis de fibra de carbono junto a los mejores cuerpos del planeta, y que se despide de Daegu con una medalla de plata y un récord nacional en el relevo 4x400.

LECCION APRENDIDA La contundente lección de humildad aprendida por Bolt en la final de 100 tuvo su efecto positivo en la de los 200, que corrió con todo lo que tenía, 19.40 segundos, un tiempo solo al alcance del Relámpago. Mucho mérito si se tiene en cuenta que su único rival sigue siendo él mismo.

De nuevo, en la final de relevos 4x100 de ayer, Bolt volvió a emplearse a fondo y el nuevo récord mundial cayó por su propio peso, con su antaño gran rival, los Estados Unidos, por los suelos. Luego se permitió bailar sobre la pista y festejar su extraordinaria actuación, dos oros y un récord mundial, idéntico botín al de su camarada Yohan Blake gracias a su despiste.

Digno de celebrar también ha sido el éxito de las kenianas. Las seis medallas (tres en maratón y tres en 10.000) que lograron las atletas kenianas en la primera jornada certifican, por si alguien aún lo dudaba, el avance del atletismo femenino en este país, que prácticamente iguala ya en potencial y medallas al masculino.

La progresión de las mujeres consolida a este país en la tercera posición del medallero (17 medallas), a tan solo dos metales de Rusia, segunda. EEUU vuelve a ser la ganadora con 25 medallas, 12 de oro. Etiopía retrocede y Alemania y Gran Bretaña, a menos de un año para la cita olímpica en Londres, se sitúan como las grandes potencias europeas, mientras Jamaica se mantiene a pesar de la salida nula de Usain Bolt. Cuba tampoco acusa el manotazo de Dyron Robles al chino Liu Xiang en los 110 metros vallas y, junto con Jamaica y San Cristóbal, las islas afrocaribeñas son las mejores del mundo en el ratio de medallas por número de habitantes.

Rusia mantiene su privilegiada segunda posición gracias al dominio de sus mujeres en los concursos. El ocaso de algunas figuras se ha visto compensado por la aparición o consolidación de otras nuevas. En esto Daegu ha sido pródigo. La fantástica galopada de David Rudisha en 800 y Asbel Kiprop en 1500, la determinación de Mo Farah para ganar ayer el 5.000 ante Bernard Lagat tras perder el oro en el 10.000 o la desmesurada victoria de Abel Kirui en maratón, confirman el aplastante dominio del continente africano en la media y larga distancia, liderado esta vez por los keniatas.

LA PLATA DE SEMENYA Solo falló Caster Semenya, segunda en el 800, por detrás de la líder del año, Mariya Savinova (1.55.87 minutos). La atleta surafricana puso su mejor cara para aceptar la derrota frente a la rusa. Había cierta expectación en su vuelta a la normalidad competitiva. La medalla de plata pareció hecha a totalmente su medida.

En las carreras cortas brillaron Yohan Blake y la australiana Sally Pearson, que ganó los 100 vallas en 12.28 segundos, a siete centésimas del viejo récord mundial de la búlgara Yordanka Donkova, vigente desde hace 23 años.

En los saltos, Chicherova (2.03) pudo con Blasic en altura y en triple el estadounidense Cristian Tylor ganó con un brinco prodigioso de 17.96 metros. En pértiga, Fabiana Murer se convirtió en la primera atleta brasileña que consigue un título mundial, destronando definitivamente a Elena Isinvayeba. La ficha técnica de Murer, después de 13 años en competición, muestra una progresión ejemplar. Su éxito servirá de revulsivo en su país ante los Juegos de Río de Janeiro 2016.