Kenia refrendó con su séptimo doblete su hegemonía mundial en 3.000 metros obstáculos en una jornada que devolvió al Olympiastadion al astro rey del atletismo, el jamaicano Usain Bolt, para darse un corto paseo en las dos primeras rondas de 200 metros. Luego confesó que está "algo cansado", pero la expectativa de que también haga algo grande en el doble hectómetro se mantiene.

Ezekiel Kemboi, campeón olímpico en 2004 y tres veces subcampeón mundial de 3.000 metros obstáculos, consiguió a los 27 años el título en su cuarto intento, regalando a Kenia su octava medalla de oro en su especialidad predilecta.

Fue el más fuerte en la última vuelta y se impuso con el mejor registro en doce ediciones de los Mundiales (8:00.43), por delante de su compatriota Richard Kipkemboi Mateelong (bronce olímpico), que hizo marca personal con 8:00.89, y del francés Bouabdellah Tahri, que batió su récord de Europa con 8:01.18.

Los aficionados saludaron con grandes aclamaciones el regreso a la pista de Bolt, que el domingo puso el estadio patas arriba al batir el récord mundial de 100 metros con 9.58. Ayer se limitó a cumplir el trámite de las dos primeras rondas de 200, en la primera, a las 10.00, con síntomas y signos expresivos de estar medio dormido.

El segundo gran duelo, una reedición del Bolt-Gay pero en 200, ha quedado reducido a un pulso del jamaicano contra el cronómetro ya que las molestias en la ingle que venía sufriendo Gay le indujeron a renunciar a los 200 con la esperanza de estar recuperado para el relevo 4x100.

MAS OROS El estadounidense Kerron Clement revalidó, con un tiempo de 47.91, su título de 400 metros vallas por delante de Javier Culson. El dominicano Félix Sánchez, dos veces campeón del mundo, se dio de bruces con el primer obstáculo.

En triple, el británico Phillips Idowu destronó al portugués Nelson Evora con la mejor marca mundial del año (17,73 metros) y 18 centímetros de ventaja sobre el defensor del título.

Fue una jornada muy favorable para Estados Unidos, que sumó una nueva medalla de oro gracias a Sanya Richards, que acabó con 16 años de sequía estadounidense en 400 lisos.

La alemana Steffi Nerius presentó su candidatura a ser la campeona más veterana en estos Mundiales. Con 37 años y después de tres platas consecutivas ganó el título de jabalina y dio al equipo anfitrión su primer oro, sentenciado la prueba en su primer tiro: 67,30 metros.