CACEREÑO (1): Bernabé, Espinosa, Marvin, Carlos Daniel, Dani Gallardo, Javito, Rubén Carrasco (min. 46, Platero), Bermu, Teto, Carlos Andújar y Fassani (min. 64, Capelo).

LLERENENSE (0): Cristian, Luis Carbajo, Carlos Toy, Sergio Cebada (min. 18, Raúl), Noni, Mario Tomé, Juanan, Iván Fernández, De Giovanni (min. 62, Balsera), Jaime Mateos (min. 74, Manuel) y David Camps.

GOL: 1-0-Min. 31: Fassani.

ÁRBITRO: Neroy Muñoz García. Expulsó por dos tarjetas al visitante Luis Carbajo (min. 23) y mostró amarillas a los locales Bermu, Dani Gallardo, Rubén Carrasco y Espinosa.

INCIDENCIAS: Encuentro de la tercera jornada del subgrupo 2 del Grupo XIV de Tercera. Sin público en las gradas.

En un encuentro pésimo, de esos con argumentos sobrados para borrar cualquier rastro posible, el Cacereño salió indemne en el resultado, ya que ganó 1-0 al Llerenense, pero perdió en credibilidad ante un rival física y anímicamente asolado por el covid-19 y que jugó con 10 por expulsión de Luis Carbajo desde el minuto 23. También sin uno de sus mejores jugadores, Sergio Cebada, sustituido por lesión cinco minutos antes. Sin público, que seguro que hubiera criticado con dureza a los suyos, el Cacereño estaba obligado a golear o, cuando menos, mostrar más de lo que hizo porque tiene jugadores para hacerlo. Los de la Campiña Sur pudieron incluso empatar en el 87 con una falta lanzada por David Camps al palo. No hubiera sido injusto el reparto de puntos.

De forma incomprensible, el CPC hizo un homenaje en toda regla a la espesura futbolística desde el primer momento. Exasperadamente lentos e imprecisos, los jugadores de Julio Cobos (éste responsable número uno del desatino) no supieron romper el justificado entramado defensivo de los de Enrique Freire. El técnico visitante tejió una tela de araña ante la que cayeron los locales, en todo momento sin ritmo. La duda está en saber qué porcentaje ha puesto cada uno en que se viera tamaña oda al antifútbol.

En un estadio tristón, solamente animado por las protestas de los expedicionarios visitantes desde la grada hacia el debutante Neroy Muñoz (se notó la responsabilidad del día también en el colegiado moralo, hermano de otro trencilla cuya carrera crece), el juego se tornó plomizo desde el inicio y no tuvo arreglo en más de 90 minutos de juego censurable. Muy censurable.

El Llerenense se quedó sin Cebada, su hombre-amenaza en el golpeo desde su poderosa zurda, y sin Carbajo, tras una absurda segunda cartulina tras entrada a destiempo, pero en el campo tenía a un Juanan tremendo en el lateral, un talentoso Mario Tomé en el medio del campo y una referencia en Camps, héroe aún en Mérida que apura sus años de fútbol en Extremadura. Sobrado de condiciones, todavía le quedan por mostrar virtudes, que no son pocas.

Se suponía que el encuentro sería plácido para los verdes. Todo lo contrario: incluso con el gol de Fassani, que ayudó a entrar un balón de Teto, el partido fue malo de solemnidad, pese al absoluto dominio de los locales, que tuvieron en unos imperiales Marvin y Carlos Daniel a sus mejores hombres. ¡Los dos centrales!

Algunas arrancadas de Andujar y Teto y un par de ocasiones a quemarropa de Capelo, que se fueron al limbo, fueron lo más destacable en un segundo acto de los peores que se han visto en los últimos años en el Príncipe Felipe. El tiro de Camps al poste escenificó la dura mañana. Menos mal, pensarán en el CPC por buscarle algo positivo, que el encuentro lo han visto pocos.