Tener a toda la plantilla "sana" para el partido del viernes ante el Lleida es la "principal preocupación" de Ñete Bohigas. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad volvió ayer a los entrenamientos y lo hizo, por primera vez en varias semanas, con diez jugadores profesionales disponibles para el trabajo diario. Algo que debería ser lo habitual, pero todo un logro para un equipo que ha pasado un negro mes de febrero con la marcha de Slezas y las lesiones de Ben Mockford y Añaterve Cruz, que se unieron en la enfermería a Mansour Kasse. La normalidad a los entrenamientos del Cáceres ha vuelto con las incorporaciones de Ibrahim Thomas y Tomeu Rigo, y la mejoría de Rolandas Jakstas y Alvaro Frutos. Ambos están mejor de sus dolencias, aunque será necesario ver su evolución durante la semana para saber si estarán disponibles para el partido.

Las incorporaciones la semana pasada de Ibrahim Thomas, que empezó a entrenar el miércoles, y Tomeu Rigo, que completó ayer su primera sesión a las órdenes de Bohigas, hacen al técnico encarar los próximos días con optimismo: "Esperemos tener una buena semana de entrenamiento con diez jugadores profesionales", repite.

Además de los dos nuevos, ayer volvieron al trabajo con el grupo Rolandas Jakstas y Alvaro Frutos. Están prácticamente recuperados de sus dolencias y el preparador espera que sigan evolucionando positivamente y que "entren rápido en el ritmo".

La semana sin competición y los tres días de descanso han servido a la plantilla para recuperarse del gran esfuerzo que había realizado por la falta de efectivos. "El descanso nos hacía falta --reconoce Bohigas--, trabajar con pocos jugadores ha sido duro para todos".

Jakstas lleva casi dos semanas sin entrenar por problemas en la rodilla --"estaba bastante maltrecha porque arrastraba muchos minutos"--, mientras que Alvaro Frutos no pudo ejercitarse la semana pasada por molestias en su espalda. "Está mejor y vamos a ver si aguanta para el partido", añade Bohigas.

Asume el técnico que Ibrahim Thomas no llegará al viernes al nivel físico que requiere la competición. El senegalés lleva bastante tiempo parado y aunque el fin de semana no ha dejado de trabajar con el preparador físico, necesitará algo más de tiempo para alcanzar el mismo ritmo que sus compañeros. Más optimista es Bohigas con Tomeu Rigo, el escolta cedido por el Baloncesto Sevilla. "Espero que se adapte rápidamente, es un jugador nacional y siempre es más fácil", explica.

El jugador se mostró "ilusionado" por poder ayudar al Cáceres. "He venido a darlo todo y hacerlo lo mejor posible", contó ayer.