Transmite el Cáceres Patrimonio de la Humanidad que no hay excesivas prisas por cerrar el sustituto de Kosta Jankovic, que el lunes se desvinculó del club. Como su salida era previsible, desde hace tiempo que el club se mantiene especialmente informado sobre los movimientos alrededor de jugadores de su misma posición, la de ‘4’. Pero completar una operación que convenza no parece fácil en absoluto.

Como es habitual, la limitación es claramente económica. Dentro del férreo control de gastos que ha caracterizado los últimos años --solo roto la pasada campaña para fichar a Dan Trist, entre otros, para ayudar a la permanencia--, la intención es invertir lo mismo que se le ha dejado de pagar a Jankovic, que era uno de los hombres peor pagados de la plantilla verdinegra.

Un ejemplo ilustra esto. Hace unas semanas, Mirza Bulic, que se ajustaría al perfil requerido, quedó disponible al romper vínculos con el Leyma Coruña. Pues bien: el Cáceres no pudo ni acercarse a la lucha por él con el Melilla.

No urge tampoco porque Roberto Blanco tiene a sus órdenes dos jugadores útiles como ‘4’ y en ambos confía al máximo: el holandés Jordy Kuiper y el danés Sylvester Berg, aunque este ha sido utilizado también como ‘3’ con interesantes resultados. Sí que quiere el entrenador tener a 11 profesionales bajo su cargo, como ha ocurrido hasta ahora. Y lo más probable es que tarde o temprano el club le permita cumplir ese deseo.

Quien llegue, tendrá que adaptarse a un rol de rotación en el que ni siquiera los minutos estarán asegurados. Ese fue precisamente el motivo de que Jankovic finalmente haya impulsado su propio adiós: consideraba que sería muy perjudicial para su carrera que, en su primer año como profesional, quedase marcado por ver tantísimo los partidos desde el banquillo.