Un cacereño y un villafranqués, un villafranqués y un cacereño. Luis Franco y José Luis Ascarza disfrutaron ayer del protagonismo de una prueba del campeonato de España de rallys de tierra en su propia casa. Los coches números 34 y 35 fueron ayer de los más aplaudidos en las cunetas de los distintos caminos por donde discurrieron los tramos cronometrados del rally Cáceres 2016, que registró un notable seguimiento, a pesar de la falta de costumbre de espectáculos de este tipo en la capital cacereña y de la falta de información, según los propios aficionados. También seguidores y curiosos de las localidades cercanas de Casar de Cáceres, Arroyo de la Luz, Malpartida de Cáceres, Garrovillas, Navas del Madroño, Brozas tuvieron la suerte de ver por los caminos rurales donde transitan algunos de ellos para las faenas del campo coches y motos de primer nivel.

Nuestros protagonistas, a los mandos de un Subaru Impreza y de un Mitsubishi Lancer, y acompañados por sus particulares Luis Moya , Andrés Montaña y Carlos Pardo, respectivamente, realizaron una aceptable competición, casi siempre entre los treinta primeros clasificados. Ascarza pasó por algunas dificultades, pero el cacereño Luis Franco logró terminar en el puesto 24, un éxito más que notable.

Espectáculo y polvareda

Entendidos y profanos disfrutaron de un día de ruidos de motores de coches y motos y de calor y polvo... mucho polvo. Curvas imposibles, derrapajes inverosímiles, frenadas salvajes y varias salidas de pista. El espectáculo no defraudó e hizo disfrutar a miles de aficionados. Alguno, poseído por el momento, comentaba incluso estar dispuesto "a ir al rally de Cataluña o al de Portugal, del Mundial. Tiene que ser la caña.", a lo que su amigo le respondía que "el de Portugal ya no está en el Mundial y Cataluña como que nos queda muy lejos. Será que es la emoción del novato, pero me parece que va a ser que no".

El que no tuvo excesiva suerte fue el excampeón del mundo de motociclismo Alex Crivillé, que en su debut en esta competición volcó con su coche en uno de los tramos y tuvo que abandonar el rally. El vencedor final fue el australianao Andrew Pinker, con un Subaru Impreza, que fue el gran dominador.