Bernie Ecclestone devolvió ayer favores y desvió la actualidad de la F-1 de Montmeló. El magnate de la fórmula 1 confirmó que las calles de Valencia acogerán una prueba del Mundial durante los próximos siete años, pero condicionó la firma del acuerdo a que Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana, gane las elecciones el 27 de mayo. "Siento comunicar que no me he atrevido a decirle al presidente que aunque todo está preparado y todo está en su lugar, vamos a esperar a que acaben las elecciones para firmar el contrato, cuando gane Camps", dijo Ecclestone.

El acuerdo con Valencia (costará 25 millones de euros por temporada y 20 más de inversión para la construcción del circuito) se acabó de concretar cerca de Standford Bridge, el estadio del Chelsea. Camps ha frecuentado Inglaterra con frecuencia últimamente. Primero para ver el partido entre el Celtic de Glasgow y el Villarreal y, más recientemente, el Chelsea-Valencia. En ambos casos se reunió con Ecclestone en la sede de la Formula One Administration.

El pase avanzado lo dio Alejandro Agag, gran amigo del británico, de Flavio Briatore y exsecretario general del Partido Popular en Bruselas en 1999, la época en la que Ecclestone era perseguido por las autoridades comunitarias por el monopolio de los derechos de televisión y por la ley del tabaco en el deporte. Agag, que le conoció a mediados de los 90 en San Marino, fue el único alto cargo europeo que le recibió. Ayer se cerró el círculo de favores al vincular la disputa del Gran Premio de Europa en Valencia a la victoria del candidato del PP.

PROYECTO CONTRADICTORIO El GP de Europa que se disputará en Valencia (si gana Camps, claro) lleva tiempo suscitando polémica. La propuesta de organizar la carrera por las calles de la zona que ahora ocupa el Port America´s Cup, la prolongación del paseo de la Alameda y la avenida de Francia, ya ha generado la protesta de todos los grupos políticos municipales a excepción del PP y de la Federación de Vecinos de Valencia. "No estamos en contra de que Valencia albergue un gran premio de fórmula 1. Pero en Cheste", afirmaba el portavoz socialista en el ayuntamiento, Rafael Rubio.

CRITICAS Esa línea la sigue también el campeón del mundo, Fernando Alonso. El piloto asturiano reconoció ayer que pese a ser una gran noticia que demuestra el peso del automovilismo español, "es una decisión difícil de entender. La FIA se empeña en crear normas para mejorar la seguridad, poner chicanes (en referencia a la de Montmeló) y rebajar las potencias de los motores, y quiere que corramos en un circuito urbano que pone en entredicho las medidas de seguridad y, además, teniendo a 25 kilómetros un circuito permanente". Más claro, agua.

Mientras, Rita Barberá, la actual alcaldesa, del PP, sacaba pecho ayer al afirmar que "hoy Valencia conquista otro de sus sueños", y Camps reiteraba que "era como organizar unos Juegos Olímpicos y una Exposición Universal a la vez".

Para gestionar la prueba se ha creado la sociedad Valmor Sport, que presidirá el presidente del Villarreal, Fernando Roig, y en la que estarán Jorge Martínez Aspar y Bancaja. El excampeón de motociclismo restó importancia al conflicto.