Está claro que el papel de la mujer en nuestra sociedad va tomando su sitio. Hasta no hace mucho el deporte femenino era algo residual, limitado para las más jóvenes que podían acceder a él.

En la actualidad la mujer, como en muchos otros campos de la vida, se incorpora con fuerza, superando tabúes y estereotipos, al deporte. En el atletismo y, en este caso, de la carrera a pie, aún queda mucho por recorrer ya que, si nos fijamos en casi cualquier prueba urbana, de las muchas que se celebran en nuestros pueblos y ciudades extremeñas, la participación de mujeres es escasa.

¿Qué podemos hacer para que las mujeres, mayores y jóvenes, se animen? Porque cada día vemos a muchas andando e, incluso corriendo, por parques y caminos.

Este domingo se ha celebrado en Madrid la 5 edición de la Carrera de la Mujer. Más de 10.000 han llenado el Parque del Buen Retiro y sus calles aledañas, muchas corriendo, muchas andando, pero sobre todo pasándolo bien y disfrutando del deporte en compañía de otras mujeres.

Mi madre estuvo allí, la convencí, para que pasaran el fin de semana en Madrid y participara, mi padre y yo la acompañamos y completó los 5 km de la prueba, casi todos corriendo. Como ella, muchas otras se estrenaban en una carrera a pie y su comentario era, en muchos casos, que habían aguantado bien la carrera, que se habían encontrado bien en el esfuerzo y, sobre todo, que habían aguantado más de lo que esperaban.

Quizás muchas no vuelvan hasta la próxima Carrera de la Mujer, pero seguro que se han dado cuenta, rodeadas de tantas y tantas mujeres que han acabado esta prueba, que los límites están mucho más allá de donde pensamos y que la mujer, igual que el hombre, puede buscar esos límites.