El sol y la lluvia van a ir por barrios cada jornada en esta traicionera Segunda División B que no está para despistes. Son muy pocos los equipos en toda España que han podido ganar sus tres primeros partidos de inicio y, en el Subgrupo B del Grupo V, el de los extremeños, solo el Melilla lo ha podido hacer. Uno de esos clubs que no estaban en las quinielas para dominar la liga, pero que ha empezado como todos anhelaban: de manera fulgurante.

La tercera jornada ha dejado la confirmación de que el Badajoz va muy en serio. Por proyecto, presupuesto, equipo e intenciones. Aquella descabellada decisión de prescindir de Munitis a una semana del comienzo de liga, quizá fue una decisión acertada teniendo en cuenta la cortedad del plantel. El plan de Munitis no casaba con un Badajoz que prefiere los focos en el césped que en el banquillo. Con Fernando Estévez, un técnico que prefiere pasar de puntillas en las salas de prensa con análisis generalistas y sin buscarle tres pies al gato, el Badajoz se ha puesto el mono de trabajo para sumar. En Almendralejo tiró de pegada y de equipazo, sabiendo sujetar a un desconcertado Extremadura que se ha topado con la realidad de la categoría a las primeras de cambio. Pero sigamos con el Badajoz.

Dos partidos de Estévez, dos victorias y cero goles en contra. Y sin Kike Royo bajo palos, que había sido siempre el salvador. Saldaña, su relevo, es uno de los grandes protagonistas. Es difícil que reabra el debate sobre la portería, cuyo dueño es Kike Royo, pero imprime mucha calidad tener dos porteros de garantías. Y eso es algo de lo que no todos pueden presumir. Se suma a ello una pareja de centrales que se conoce a la perfección (César Morgado y Pablo Vázquez) y un pivote de inteligencia máxima como Sergi Maestre. Pero del pasado sábado en Almendralejo, emerge otra ficha más: Antonio Otegui. Se medio centro se destapó y eleva el caché de la medular pacense, ya más que de quilates con la sola presencia de Alex Corredera. Eso sí, todo ese brillo necesitó de mucho trabajo para sujetar el triunfo. Y ahí, precisamente, a los de arriba les han de pedir que se cierren antes los partidos. De momento, por ejemplo, de Forgás, se sigue esperando más.

Perdido

Desorientado está el Extremadura en este inicio de campaña. Ante el Badajoz, volvió a ser preso de sus miedos y precipitación. Sus jugadores importantes no aparecieron y el equipo se ve con 1 punto de seis posibles para empezar. Lejos de lo que aspira.

Quizá no merece guarismos bajos por juego y ocasiones, pero en el fútbol manda el gol y ahí, el Extremadura, no está acertado. Además, al equipo le ha penalizado una planificación deportiva que vuelve a dejar que desear, con jugadores que todavía no tienen tramitada sus fichas y otros, como Owona, a los que todavía le queda mucho para estar al nivel que se les presupone.

El Extremadura acabó con Viera y Lele ante el Badajoz, dos jugadores que eran del filial el año pasado. Sin central reserva y sin relevo en el lateral derecho, aunque ahí estuvo Nico Hidalgo parcheando, siendo el mejor de los azulgranas. Ahora toca ir a Villarrobledo. Y con una espada sobre la espalda de Manuel Mosquera, cuestionado en sus planteamientos.

Problemas

Igual de tocado anda el Mérida en este inicio de temporada. Los romanos se las tenían muy felices con la confección de la plantilla de Garitano, pero se han llevado un cacharrazo en las primeras jornadas y suman un punto de nueve posible, lejos de las cifras que se necesitan para entrar en liga Pro.

La derrota en Villarrubia destapa el tarro de las dudas y deja a Dani Mori, su nuevo técnico, en el alero para recibir el fin de semana al líder Melilla. Al Mérida le cuesta crear ocasiones y, sobre todo, materializarlas. El equipo se vio sorprendido en Villarrubia por un rival mucho más flojo que el de anteriores temporadas. No se encuentra el Mérida y las dudas iniciales, desde luego, no le ayudan. Dani Mori se la juega el domingo.

Traspiés

El Villanovense, en cambio, sufrió la primera derrota de la temporada, pero su línea de juego y resultados está siendo regular, con cuatro puntos de nueve posibles. Los serones se vieron superados por un gran equipo, pero se mantuvieron siempre vivos en el partido y estuvieron a punto de rescatar un empate.

La mejor noticia para los serones está siendo el estado de forma de Juan Ramón Ruano. MotoGP, que cumplirá 37 años a finales de este mes, sigue en un estado envidiable. Está siendo el generador de todo el caudal ofensivo del Villanovense y el que mantiene el pulso de sus partidos. Apoyado en un Miguel Díaz que está llamado a ser más que importante.

Los de Javier Álvarez de los Mozos han vuelto a transformarse, un año más, en ese equipo aguerrido, incómodo y que nunca se va de los partidos.

Alegrón

La primera victoria de la temporada del Don Benito llegó en su estadio y ante un rival directo en su pelea como el Villarrobledo. Directo o no, porque no se sabe si este Don Benito, si llega a entonarse, puede mirar también a la Pro de frente. Parece que sí.

Ante el Villarrobledo aprovechó un gol de fe de David Agudo y aguantó estoicamente con diez durante toda la segunda parte. Atrás está seguro y, lo mejor para los calabazones, es que juegan como un acordeón al son que toca su entrenador. Suplir las bajas de Abraham Pozo y Silleros no está siendo fácil, pero Manu Ramírez y Artiles han tomado el mando de la creación y parece que silban cosas bonitas.

Son solo tres jornadas, pero los puntos vuelan como relámpagos. Solo quedan ya 15 partidos.