La denuncia del ya excapitán del Badajoz, Dani Carballo, ha sido una de las veintitrés que han costado definitivamente la categoría de bronce al club albinegro. Dani llevaba diez años en la entidad pacense y el descenso ha sido duro para él, pues lo ha vivido intensamente en las últimas horas. El capitán del conjunto albinegro resaltaba ayer tras conocer la noticia del descenso de categoría del club que "pensábamos que a última hora se solucionaría el problema pero se consumó el descenso y esperemos que haya una mínima esperanza y no desaparezca.No había una unión entre jugadores y dueño del club. Ya nadie confiaba en nadie y no se fiaban de la palabra del propietario". Cuestionado por la posible falta de solidaridad de los jugadores, el futbolista trujillano decía lo siguiente: "Para nada. Sólo hemos pedido lo que hemos trabajado, que han sido las dos mensualidades que se nos adeudaban. Nosotros pedimos lo que trabajamos durante el año como cualquier otro". Dani indicó que en los últimos días "casi no había diálogo. Hubo varias reuniones pero no se llegó a ningún acuerdo. Es una pena que por 140.000 euros se descienda, ya que había clubes como el Extremadura, que ha saldado una deuda mayor y equipos de Segunda A que también con el doble de impagos han salido adelante. Es una pena que por esta cantidad un equipo pueda bajar a Tercera o incluso desaparecer". Dani finalizó tirando de la nostalgia. "Es un dia muy triste porque me acuerdo de todos los momentos que he pasado en una entidad centenaria".

Mientras, el consejero del Club Deportivo Toledo Juan Bueno aseguró ayer que el equipo festejaría el ascenso a Segunda B, aunque "económicamente supondría más gastos". El Toledo está "deseando el ascenso" aunque "hay pocas posibilidades de lograrlo".