Cacereño: Roberto; Antonio, Guy, Gervasio, Chico; Pelegrín, Andrada (min. 46, José Manuel), Alfaro, Capi; Sergio, Samuel.

La Estrella: Juli; Sergio Zainos, Chemi, César, Juanito; Rubio, Alonso, Jesús (min. 66, Dani), Iván (min. 91, Ambrosio), Misi; y Fito.

Goles: 0-1-Min. 22: Fito. 1-1-Min. 89: Capi.

Arbitro: De Dios Montero (2). Bastante buena su labor. Expulsó, con justicia, tras dos amarillas, al local Gervasio (min. 75) y mostró tarjeta a los visitantes Jesús, Iván y Chemi.

Incidencias: Alrededor de 150 espectadores (incluidos periodistas, invitados y jugadores del filial) en la fría tarde del Príncipe Felipe. Terreno de juego muy mal. Un día más, el presidente del Cacereño, Félix Campo, no asistió el choque. Indiferencia en los escasos aficionados.

Sigue la gran depresión futbolística instalada inmisericorde en Cáceres. Ni siquiera equipos menores y apañaditos como La Estrella sirven como antídoto a la crisis galopante que azota al histórico Cacereño en sus peores tiempos. Ni en esta Regional-Tercera es capaz de ser importante este club, sobre el cual se genera ya el estado más negativo posible: la indiferencia. Y es que ni siquiera los malos resultados molestan a sus escasos fieles.

Situado a 14 puntos del cuarto clasificado, al grupo de Bernardo Plaza no se le puede achacar, sin embargo, falta de actitud. Pero los futbolistas son honrados, a la vez que torpes; sacrificados, al tiempo que inoperantes. Con estas mezclas tan poco sugerentes, salen partidos como el de ayer. La Estrella se encontró un gol en una falta ejecutada por su único jugador talentoso, Fito, y acorazó su puerta en el resto del choque, saliendo una sola vez con peligro, pero con resultado de tiro al larguero, lo cual evidencia también el estado de cosas en la zaga local.

Ante las ausencias, Gervasio jugó de defensa el primer tiempo. Provocó la falta del gol en contra y tiró un caño que estuvo a punto de costar otro tanto. En el segundo tiempo, como centrocampista, lanzó una patada que le costó la segunda tarjeta. Si al motor del Cacereño le ocurren estas cosas, el termómetro no puede bajar más la temperatura.

Al menos, dos buenas noticias: el juvenil José Manuel, impresionante, con un tiro libre al palo y destellos de mucha calidad y el gol del empate, obra de Capi, con una volea sensacional. Con Alfaro y Pelegrín, muy poco más. Es la gran depresión verde de principios del siglo XXI.