Este desayuno no tiene como protagonistas a Audrey Hepburn ni a George Peppard, pero tiene mucho glamour y fútbol. Los actores son Antonio Carrasco y Miguel López. Uno pone el desayuno y el otro lo devora. Uno es el delantero del Calamonte y el otro el portero del Coria. Este sábado se verán en el verde, pero todos los domingos se citan en el bar calamonteño ‘La afición nº 12’, regentado por Carrasco.

«Creo que vamos a ganar 0-2. Si ocurre eso, vendré a desayunar todos los días para picar a Carrasco», confiesa Miguel López entre risas. El portero del Coria regresa a su pueblo y a la que fue su casa futbolística la pasada temporada. «Aquí tengo muchísimos amigos, pero durante el partido seremos enemigos», asegura el meta, mientras espera que Carrasco le sirva un café.

Llega el café y Carrasco empieza a jugar el partido. «Este sábado espero que Miguel no tenga su día para que podamos ganar por 1-0», susurra el killer calamonteño, mientras pone sobre la mesa una taza de café caliente. «Miguel es un portero descomunal. Tiene buen juego con los pies, tiene una talla perfecta, es un portero que debería estar en una categoría superior», piropea el ‘9’ blanco al meta cauriense.

La amistad es palpable. «Seguiré viniendo a desayunar si me marcas,pero vendré con otra cara», advierte López a Carrasco. El delantero calamonteño regenta el bar ‘La afición nº 12’, donde se puede ver una colección de bufandas de equipos extremeños. Huele a fútbol y a buen café.

Dinámicas opuestas

Coria y Calamonte, ahora mismo, viven una situación muy distinta. En Coria viven días soleados desde la quinta plaza y en Calamonteven el cielo gris desde la duodécima plaza. «Este sábado necesitamos sacar los tres puntos, si hace falta invito a Miguel un par de desayunos, pero tenemos que ganar cómo sea», confiesa el ariete calamonteño.

El café se enfría mientras ambos analizan las dinámicas de sus respectivos equipos. «Hemos entrado en una dinámica mala, estamos a cuatro puntos del descenso. Tenemos que estar unidos y remar todos juntos», afirma Carrasco, que confía en sus compañeros.

El ruido del bar aumenta, comienzan a llegar más clientes. También crece el ruido y la impaciencia en la afición blanca, que tras la derrota ante la UP Plasencia silbó a su técnico Nono Maya. «Cada uno es libre de manifestarse a su manera, para eso pagan la entrada, pero no me gustaría que se volviesen en contra del equipo. Ahora tenemos que estar todos juntos, y los jugadores nos dejamos la piel en el campo», indica el jugador blanco.

Miguel bebe café tranquilamente. «El objetivo del Coria es jugar el play off, y para ello estamos trabajando. Defensivamente estamos muy bien, pero nos falta materializar las ocasiones que tenemos. Debemos mejorar un poco la faceta ofensiva», señala el guardián de la portería cauriense.

Finalmente, tras tomar el último sorbo de un café ya frío, Miguel López se cita con Carrasco este sábado en el Municipal de Calamonte (19.00 horas). Antes de salir por la puerta, el guardameta le recuerda al ariete blanco que «no sea muy duro», ya que tras el partido vendrá a «tomarse algo» al bar que regenta este último. Un desayuno entre amigos.